'Todos soñamos con ser Piratas': Hugh Jackman

GUADALAJARA, JALISCO (08/OCT/2015).- Hugh Jackman no conoce el significado de la palabra cansancio. Para cuando comienza a hablar con este medio, tiene más de 10 horas yendo y viniendo de una entrevista a otra, de pararse aquí y allá para la foto y de aplazar la hora de la comida. Pero él no se queja. De hecho, apenas toma asiento asegura con una sonrisa: “Estoy disfrutando mucho este viaje. Es mejor, mucho mejor de lo que imaginaba”.

El histrión australiano se encuentra en nuestro país para promover la película de “Peter Pan”, dirigida por Joe Wright y protagonizada por Levi Miller (Peter), a estrenarse este fin de semana. A Jackman le tocó la nada fácil misión de ser el villano de la película, Barbanegra. “Es un personaje fascinante, teatral y que se comporta de una forma maravillosamente voluble”.

Jackman se acomoda en el asiento mientras describe detalladamente la película: “‘Peter Pan’ está contada desde la perspectiva de un niño de 11 años, con lo aterrador y fabuloso que puede ser el mundo a esa edad, donde muchas cosas se descubren por primera vez”.

—¿Cuándo fue la primera vez que estuviste en contacto con la historia de “Peter Pan”?

HJ: ‘Peter Pan’ ha vivido mucho tiempo en mí, antes, mucho antes de aceptar este proyecto. Es una de esas historias que se quedan pegadas en tu cabeza de forma persistente. Diría que mi relación con la trama original es muy grande”.

—Hablando de la trama original, mucha gente piensa que “Peter Pan” es una historia infantil…

HJ: ¡Me parece muy gracioso! Entiendo, porque la gente vio la película animada clásica y es la idea común. Pero cuando las mamás leen el libro y ven que el protagonista le corta una mano a su oponente (Pan a Garfio), o un cocodrilo se dedica a comer humanos, ¡ya no parece tan de niños! (risas). Pero curiosamente es toda esta acción la que ha hecho que sea un éxito infantil.

—¿Cómo hiciste que encajara “Barbanegra” en la historia?

HJ: Ya decía que la película está contada desde la perspectiva de un niño de 11 años, y bien, “Barbanegra” es el tipo de adulto que aterroriza a los niños —y a otros adultos— por sus violentos cambios de humor.  Tiene melancolía mezclada con crueldad, una enorme tristeza y arranques de humor, todo mezclado con una gran capacidad de infundir tanto ánimo como terror a sus camaradas. Todo eso lo hace irresistible para un actor. Además es un pirata, ¡Y todos soñamos con ser piratas! Hasta mi hijo quiere serlo (risas).

—Le has dado vida a “Wolverine” por más de quince años, vienes de hacer a un policía corrupto en “Chappie” y ahora un villano en “Peter Pan”, ¿a dónde quieres mover tu carrera después?

HJ: No lo sé, honestamente. No tengo una lista de personajes en mi mente que me gustaría hacer. Me fijo mucho en lo que me ofrece el guión, en la calidad de la historia, en la capacidad que tiene el director para contarla, el elenco que se reúne y el reto que me significa. No busco personajes famosos; sino retos, a final de cuentas.

—Ya definiste a Barbanegra, ¿cómo definirías a Hugh Jackman en este momento de su vida?

HJ: Como un hombre muy afortunado. Afortunado pese a que es muy tímido (risas). Agradecido con la vida, por todo lo que he podido hacer hasta ahora, y con deseos de seguir buscando nuevos papeles. Pero por encima de todo, afortunado.

Un pirata que ama los tacos

“Lo que me gusta de la ciudad de México es lo vibrante que es su gente. A donde quiera que he ido me han tratado con una sonrisa, con un abrazo. Vengo por trabajo, y me quedo con ganas de volver de visita”. Con estas palabras, Hugh define las 48 horas que ha pasado en la capital del país, la mayor parte de ellas, metido en la promoción de la película.

¿Y la comida? Jackman nada más cierra los ojos al recordar el sabor de los tacos que cenó el martes por la noche. “Pero hoy (miércoles), voy a salir a buscar tacos en la calle, porque me han dicho que los mejores son los de los puestos, los de negocios pequeños”, asegura. “Me dicen que hay unos muy buenos llamados ‘El Califa’”. Y es que Hugh ya es mexicano, si no de pasaporte, al menos sí de apetito.