Thor es el héroe de la taquilla

GUADALAJA, JALISCO (30/OCT/2013).- ¿Cuál es el significado real de poseer todo el poder? Thor, el hijo de Odín se los ha cuestionado una y otra vez. La responsabilidad, la fuerza, la resistencia y el temple integran las habilidades de un guerrero, pero no lo hacen invencible. Y pronto descubrirá que los enemigos más peligrosos son aquellos cuya mente y planes son más grandes que sus músculos.

Aunque en apariencia es el héroe de Marvel que menos debe de temer a sus enemigos, el dios nórdico enfrentará sus peores temores en Thor: Un mundo oscuro, largometraje de acción que llega a las salas de nuestro país el próximo 1 de noviembre, con Chris Hemsworth repitiendo en el papel del portador de indestructible martillo Mjolnir.

"Thor tiene su propio camino", explica el protagonista de la cinta, Chris Hemsworth, al tratar de hacer un retrato de la mente del personaje al comenzar la cinta. "Ahora él es un Vengador, y eso es grandioso, pero hay cosas que debe resolver por su cuenta. Se prepara para algún día tomar el trono de Asgard, ser el rey, y trata de comprender la responsabilidad que conlleva eso. Y puede que no esté preparado del todo para tanta carga".

El intentar crecer también conlleva a la aparición de nuevos enemigos, y otros bien conocidos, en especial Loki (Tom Hiddleston), dios de la mentira, medio hermano de Thor y fuente eterna de la discordia en Asgard, quien sin quererlo, puede ser un aliado esencial ante la nueva amenaza de los elfos oscuros, seres que consumen todo a su paso, y cuyo poder rivaliza, si no supera, al del propio dios del trueno.

Pero no todo en el mundo de Thor son puñetazos y martillazos. También hay espacio para el amor, encarnado en la figura de Jane Foster ( Natalie Portman), una mortal que flechó el corazón del héroe, y que le enseñó el valor de la humildad y el esfuerzo. En la primera entrega de esta saga, fue él quien se tuvo que adaptar al mundo de los mortales, y ahora será Jane quien viaje al mundo nórdico. Y no va a ser un paseo muy agradable.


EL INFORMADOR / FRANCISCO GONZÁLEZ