The Rapture también prende al público capitalino

CIUDAD DE MÉXICO (27/MAY/2012).- La agrupación neoyorquina The Rapture con su propuesta musical que mezcla acid house, disco, electrónica y rock and roll, puso a bailar a los miles de amantes del dance punk que abarrotaron un foro capitalino, para ser testigos de su tercera visita al país.

Vito Roccoforte (batería), Gabriel Andruzzi (teclados, saxofón, bajo y percusiones), y Luke Jenner (voz y guitarras), se apoderaron del escenario para tocar los primeros acordes de "In the grace of your love", canción que toma el nombre de su tercera producción discográfica, que promocionan en una gira por Latinoamérica.

Para continuar, la banda interpretó "Never die again" y "Pieces of the people we love", que marcaron el inicio de un concierto colmado de energía y baile.

La fiesta estalló cuando los grandes éxitos de los también llamados "Hijos del Dance Punk" interpretaron "Get myself into it", "The devil", "Killing" y "Whoo! alright - Yeah...Uh Huh", los cuales hicieron bailar a los miles de fans, que con gotas de sudor en sus rostros, cantaron de principio a fin cada una de estas canciones.

Gabriel Andruzzi bailando y tocando el cencerro, mostró los primeros sonidos de "House of jealous lovers", que inmediatamente fue identificada por los asistentes, quienes frenéticos comenzaron a brincar y a cantar esta canción, la cual dio a conocer a la banda en 2002.

"Come back to me", "Sail away" y "Echoes" marcaron lo que parecía ser el final de un concierto energético, que por poco más de una hora, hizo bailar a jóvenes amantes del dance punk.

Tras unos minutos de que el nombre de la agrupación fuera coreado por el público quien quería más música, Luke Jenner regresó al escenario y preguntó "¡What´s up mexican people!", para después entonar "Children".

Para finalizar con este prendido concierto, The Rapture mostró la evolución musical que han adquirido y tocó "Miss you" y "How deep is your love?", ambas de su tercer disco y las cuales fueron coreadas.

Los neoyorquinos, con una sonrisa en su rostro y notablemente cansados abandonaron el escenario, mientras las luces del José Cuervo Salón se encendieron y las puertas de abrieron para anunciar, que la fiesta había llegado a su final.