Terry Gilliam: Nadie puede escapar a la magia de El Quijote

DUBAI.- El cineasta estadounidense Terry Gilliam, a pesar de los problemas legales que le hicieron detener el rodaje de su adaptación cinematográfica de "El Quijote" hace siete años, no puede desprenderse del proyecto porque "todo el mundo se implica con él. Tiene un poder infeccioso", reconoció hoy en Dubai.

Su afición por el personaje creado por Cervantes le ha hecho superar a sus propios molinos: "El proyecto llevaba tanto tiempo en marcha que me asustaba todo lo que la gente esperara de él", dijo hoy en una entrevista con un reducido grupo de medios internacionales el único miembro estadounidense del grupo cómico Monty Python.

Sin embargo, aun cuando el filme frustrado había dado lugar incluso a un documental llamado "Lost in La Mancha", Gilliam decidió volver a la carga y recomponer "un guión que creía perfecto, pero que ahora veo que me llevará mucho trabajo rehacer".

Era, en realidad, el único rodaje que se le había resistido y en él volverá a contar, si los "Piratas del Caribe" lo permiten, con Johnny Depp para interpretar al caballero de la triste figura.

Y es que su carrera cinematográfica ha transcurrido siempre por los cauces de lo imprevisible y de lo barroco, como demuestra su próximo estreno, "The Imaginarium of Doctor Parnassus", que pasará a la historia como el último filme de Heath Ledger, que murió durante el rodaje.

Pese a la inicial intención de Gilliam de cancelar el proyecto -"tuve que acostarme durante 24 horas el día que recibí la noticia"- decidió seguir adelante con la ayuda de Johnny Depp, Colin Farrell y Jude Law, que entre los tres recompusieron el personaje de Ledger y, en cierta manera, el filme se transformó en un homenaje al actor.

"Era un chico que estaba lleno de fuerza y energía. Todavía no entiendo cómo pudo morirse. Y todos los que dicen que era un atormentado dominado por sus personajes son basura. Heath siempre tenía una broma en la boca al acabar de rodar cada escena".

Su idea de no frenar su película -que cuenta la historia de un grupo de teatro ambulante- partió de "los apoyos recibidos y la sensación de que no acabar la película sería traicionar a Heath", pero reconoce que ha recibido críticas "que insinúan que me estoy aprovechando de su muerte para promocionar la película".

"Es verdad que ahora la película tiene un seguimiento tremendo a través de internet y me alegro mucho por la nominación de Heath al Globo de Oro por 'The Dark Knight' (El caballero oscuro), pero para mí, la vida se compone de otra clase de éxitos", aseguró.

Hablar de Legder es lo único que frena a Gilliam de sacar al cómico que lleva dentro y que convierte una entrevista con él en una suerte de reencuentro con los Monty Python.

"Me he dado cuenta de lo graciosos que éramos ahora que mi hijo ha vuelto a ver nuestros sketches. Es verdad que éramos irregulares, pero cuando éramos buenos, éramos muy buenos. Supongo que nunca me ha gustado la mediocridad".

Prueba de ello es que en su filmografía ha dado cabida al ambiente opresivo de "Brazil", la fábula mágica de "El rey pescador" o el sentido apocalíptico de "12 Monos", películas difíciles de clasificar.

También en ocasiones, en cambio, sus apuestas demasiado arriesgadas han dado como resultado cintas excesivamente minoritarias como "Tideland" o "Miedo y asco en Las Vegas".

Pero en realidad, Gilliam reconoció: "La última vez que me emocioné con una película fue con 'Sin perdón' (de Clint Eastwood). Era tan sencilla... yo jamás podré hacer algo así".

Respecto al homenaje que el Festival de Dubai le rinde, explicó que lo único que se siente "es más viejo" y "con la responsabilidad de que ahora tengo que tener más cuidado con lo que hago, porque parece ser que lo ve bastante gente", bromea.

Pero, en realidad, a sus 68 años, sigue desafiando: "Seguiré caminando, porque siento que he llegado a un punto de mi vida en el que ya no tengo miedo a nada porque he sido capaz de superar todo".