Tarantino se baña se gloria en San Sebastián

SAN SEBASTIÁN.- La definición más perfecta para Quentin Tarantino es la de “hombre-entretenimiento”. El director de cine y guionista, que ayer presentó su reciente película, Bastardos sin gloria, en la sección Perlas Zabaltegui del Festival Internacional de San Sebastián, se confesó admirador de los cineastas españoles Pedro Almodóvar y Jesús Franco, posó para las fotos y soltó sus característicos chistes.

Ante un reducido grupo de periodistas, Tarantino, que abre el festival junto a Brad Pitt, señaló que si tuviera que elegir ahora los 20 mejores directores de cine de las dos últimas décadas, “sin lugar a duda”, Pedro Almodóvar estaría entre ellos, y eligió La mala educación como su mejor película.

Este confeso cinéfilo también declaró que, en su afán por estudiar a los personajes del mundo del cine, en este momento está recuperando en DVD la obra del español Jesús Franco, que este año recibió el premio Goya de honor -máximo galardón del cine español-.

Se roba las miradas
Escrita y dirigida por Tarantino, Bastardos sin gloria ofrece una visión sarcástica e irónica en tono de western de la Alemania nazi, con un reparto del que forman parte, además de Brad Pitt, Christoph Waltz, Eli Roth, Diane Kruger, Daniel Bruhl, Til Schweiger y Melanie Laurent.

“Sí, siempre me ha gustado el spaghetti western”, explicó Tarantino, que incluso ha elegido la banda sonora de El Álamo para comenzar esta película, algo muy a su estilo, además de afirmar que la cinta es “un western que huye de la iconografía del vaquero y la transforma en una iconografía nazi que recuerda también a los arquetipos de los jóvenes pandilleros de los años sesenta”.

Para Bastardos sin gloria, Tarantino explicó a la prensa que se inspiró en una película italiana dirigida por Enzo Castellari en 1978 titulada Aquel maldito tren blindado, y como ocurrió con las dos cintas de Kill Bill, también firmadas por este cineasta, la “venganza vuelve a ser protagonista”.

“La venganza siempre ha estado presente en mis películas”, reconoce Tarantino al hablar de este filme, en el que también ofrece altas dosis de violencia, la misma que en otros títulos como Perros de reserva, y es que según él, “no se puede rodar una película de género bélico sin violencia”. Y vaya que le pone mucha.

Tarantino tardó una década en acabar el guión, que comenzó justo en el rodaje de Jackie Brown y “fueron surgiendo los personajes poco a poco, pero la historia fue desbordándose e incluso pensé que sería mejor hacer una miniserie”, comenta. Pero al final, el año pasado lo terminó y se decidió a rodarlo”. El sueño se ha hecho realidad, aunque será el público el que dicte si valió la pena la espera.