"En teoría me gustaría hacer sólo tres películas más porque pondría fin a mi carrera con diez, y los números redondos me gustan. Pero este verano se me ocurrieron cuatro historias diferentes e incluso tengo ideas para una posible miniserie", declaró el cineasta, que recibirá en Lyon el premio Lumiere a su carrera. "Mientras tenga historias que contar no veo el momento de dejarlo", añadió Tarantino en una rueda de prensa durante la segunda jornada del festival, que este año vive su quinta edición. Quentin Tarantino, que recibirá su galardón el próximo viernes, añadirá su nombre al palmarés de ilustres del cine en el que ya figuran Clint Eastwood (2009), Milos Forman (2010), Gerard Depardieu (2011) y Ken Loach (2012). Después de haber recibido en 2011 el César de honor a su carrera, el mayor reconocimiento de la academia de cine francesa, el director de "Reservoir Dogs" o "Pulp Fiction" se muestra feliz por este nuevo homenaje. "Esto sólo pasa en Francia", afirmó con una amplia sonrisa, donde "uno no tiene porqué ser viejo, estar en estado decrépito y al final de su carrera" para que le reconozcan su trabajo. "Me encanta recoger premios por mi carrera, aunque considero que mis mejores trabajos están por llegar", declaró el cineasta, quien subrayó que, además, "por el momento" no le va "nada mal". Tarantino comparó la labor de un director de cine con la de un boxeador: "en el cuadrilátero te expones a la mayor de las derrotas pero al mismo tiempo puedes alcanzar la más dulce de las glorias". El cineasta estadounidense explicó que quiere acabar en la cima de su carrera y decir: "me voy como un campeón, invicto, y ¡que os jodan a todos! No como esos viejos boxeadores que creen que aún tienen en las piernas uno, dos o tres combates y en realidad ya están acabados". Una muestra de que Tarantino aprecia sinceramente el galardón que le ha concedido el festival es que se ha sumado al evento varios días antes de lo previsto, según reconoció el director del certamen, Thierry Frémaux. Tarantino aterrizó ayer en Lyon y participó por sorpresa en la jornada inaugural, en el homenaje multitudinario que recibió el actor francés Jean-Paul Belmondo, ante las más de 4 mil personas que abarrotaron el recinto de conciertos y exposiciones Halle Tony Garnier, convertido para la ocasión en una gigantesca sala de cine.