Susana Harp dibuja un paseo por la cultura musical mexicana

CIUDAD DE MÉXICO (14/OCT/2012).- Susana Harp (Oaxaca, 1968), una de las cantantes de música tradicional de mayor arraigo entre el público de este país y varias naciones más, ofreció anoche, en el Teatro de la Ciudad, un paseo por el amplio territorio de la cultura musical nacional al presentar su disco "Aguadiosa".

Música, poesía, canto y baile, elementos propios de las culturas autóctonas de la geografía nacional, fueron ofrecidos por la cantante oaxaqueña al público que a lo largo de casi dos horas gozó el segundo de los dos conciertos programados por la artista para dar a conocer aquí los temas de su más reciente producción.

El recinto de Donceles, ocupado en un 90 por ciento de su capacidad, fue testigo del éxito de la presentación discográfica, de la calidad interpretativa de la artista y del enorme mosaico musical que es México.

Los sones jarochos y huastecos, las chilenas costeñas, las pirécuas y las baladas románticas, permearon el "show".

Naturaleza, música y poesía se conjugaron en el espectáculo que por un instante tomó prestado el nombre del disco, "Aguadiosa", que deleitó a los presentes con el tono y timbre que ha dado fama a Susana Harp. ¿El mensaje? Conservar este mundo, "el único que tenemos", a partir de convivir sanamente con la ecología.

La proyección del video "País de las maravillas" fue el prólogo de la noche en la que su voz fue protagonista y canal de mensajes que buscan la conciencia sobre la rica diversidad biológica que posee el país y la urgencia de conservarla. "¿Cómo amar lo que no se conoce?" preguntó la clara "voz en off", de la cantante.

En palabras de Susana Harp, el concepto que encierra su más reciente disco "es un festejo para los sentidos". Entre música, fotografías y décimas, entretejió los cantos tradicionales de las culturas mexicanas que se han desarrollado a lo largo de los siglos en los diversos ecosistemas que hay a lo largo y ancho del país.

Sones huastecos y jarochos, chilenas, sones caribeños y pirécuas resonaron en el teatro donde también se escucharon las décimas de Samuel Aguilera. "México está entre los cinco países del planeta con mayor biodiversidad y esto no solo es motivo de orgullo, también es de gran responsabilidad", comentó la cantante.

Consecuentemente, abundó en sus comentarios entre tema y tema, "Aguadiosa" es "un maravilloso camino que nos lleva al disfrute y a la reflexión, porque es la alquimia entre música y biodiversidad". En ese sentido, cabe señalar, ni qué decir del vestuario, el diseño de iluminación y la dotación instrumental.

Con la participación en escena de los músicos Marco Morel, Carlos García, Jako González, Paolo Marcellini, Daniel López, Jeisel Torres y el decimista José Samuel Aguilera, Susana Harp presentó canciones de las culturas originarias de México que se han desarrollado en los diferentes ecosistemas con que contamos.

El programa musical arrancó con la interpretación de "Wiyeri niukiyari" (Lluvia de palabras) tema compuesto por la propia Susana en coautoría con Angélica Ortiz. Siguieron temas de dominio popular como "El gusto" y La guanábana", los cuales fueron recibidos por el público con generoso aplauso.

"Me salí del huacal" confesó la cantante ante los gustosos de su voz, pues en esta ocasión se alejó de los ritmos istmeños para explorar en los sones jarochos, huastecos, las chilenas costeñas, pirécuas, y baladas románticas de autores como José Samuel Aguilera, Marcial Alejandro, Álvaro Carrillo y Jhonny Ortiz.

Completaron el programa "Agua marina" y "Mi corazón me recuerda", con letras de Jaime Sabines. Para entonces, el ánimo ecológico se había apoderado del recital al que se sumó la proyección del video "Un día en la vida de Fabiola", donde se ve el impacto de los humanos en el medio ambiente y los ecosistemas.

"El negro de la costa", "Casi", "Lluvia de tu cielo" y "Se vive", fueron otros de los temas que lucieron en la voz de la cantante oaxaqueña, siendo el tema inédito "¿Quién parará esta locura?" autoría del compositor Rafael Mendoza, el encargado de cerrar el programa que el público agradeció satisfecho y de pie.