Steve Carell cambia prioridades

CIUDAD DE MÉXICO (16/OCT/2010).- En su momento se dijo que era el sucesor de Jim Carrey. También llegó a ser comparado con el trabajo de Will Ferrell, Adam Sandler, Ben Stiller y Jack Black. Ahora, con o sin motes, Steve Carell es considerado el actor de comedia que en 14 años de carrera ha conquistado la cúspide de la fama que  le permite rechazar o finiquitar proyectos.

En entrevista, el histrión menciona que ya es momento de disfrutar de su familia. “Este año ha sido importante y decisivo en mi carrera y vida personal”, comenta el estadounidense de 48 años, conocido por sus trabajo en Virgen a los 40, Super Agente 86 y Una noche fuera de serie.
 Desde este fin de semana se  verá a Carrell en la pantalla grande con su más reciente cinta Una cena para tontos.

“Mis hijos tienen seis y nueve años y la verdad es que no quiero perderme más su infancia. Están creciendo demasiado rápido. Pero últimamente se vuelve algo difícil agendar tres meses de mi vida para saber si podré asistir a un recital de cello de unos de mis hijos”, dijo el actor al The Detroit news.
El hecho de decidir pasar más tiempo con su familia —está casado con la actriz Nancy Ellen desde hace 15 años— hizo que Steve tomara la difícil decisión de decir adiós, en su sexta temporada, a la exitosa serie de televisión que lo colocara como uno de los actores favoritos de comedia, The office;  en la que dio  vida a Michael Scott.

“Me siento muy afortunado por lo que he logrado, por lo que está pasando. Ha sido un año muy bueno y de importantes decisiones”, comentó el artista.
Un actor rentable

Es sabido que los estudios cinematográficos ven con buen ojo a Steven John Carell —su nombre de nacimiento— por lo mucho que les ha hecho ganar.

Con su trabajo no sólo ha recuperado la inversión que se ha hecho a sus películas, sino que la incrementa con creces; mientras que Una noche fuera de serie costó 55 millones de dólares, en el mundo recaudó más de 152 mdd. Por ésta, Steve cobró 12 millones 500 mil billetes verdes.

Sobre su trabajo en Una cena para tontos, Steve dijo: “Acepté participar en este proyecto porque vi algo potencialmente divertido y que sin duda me movería. Hay un montón de cosas chistosas en esta película que seguro disfrutará el público. No vi la versión original; en esta ocasión decidí no hacerlo para yo mismo crear a mi propio personaje”.

Steve da vida a Barry Speck. También Paul Rudd participa en la cinta como Tim Conrad, actor con quien Carrell ya había trabajado en Virgen a los 40 y El periodista: La Leyenda de Ron Burgundy, ambas, comedias.

DE QUÉ TRATA
La película Una cena para tontos narra la vida de Tim, prometedor ejecutivo que acaba de recibir su primera invitación para la “cena de idiotas”, un evento mensual organizado por su jefe que promete derechos para fanfarronear.