Sirak Baloyan y sus recuerdos de Guadalajara

GUADALAJARA, JALISCO (30/JUN/2014).- Cada vez que visita Guadalajara -ciudad que fue su hogar durante tres años- un cúmulo de recuerdos hacen vibrar a Sirak Baloyan, ''es como cuando hueles algo que te transporta a un momento específico y te hace acordarte de cosas que viviste'', describe el cantante.

En particular, el olor a tierra mojada es ese detonante que lleva al tijuanense a evocar sus andanzas por la Perla Tapatía, cuando era productor de grupos de mariachi y vivía por el Country Club.

''Me acuerdo mucho del clima, que llovía por las tardes, de los sonidos, el tequila y el mariachi. Para mí Guadalajara es venir a la ciudad que ya conozco, lugares, amigos que hace mucho tiempo no veo'', cuenta el artista salsero que nació en México pero reside en San Diego.

Ahora, que pasaron diez años desde que fue residente, vuelve a la metrópoli para promocionar su sencillo ¿Qué fue?, una balada romántica que se desprende de su tercer álbum como intérprete, ''trata sobre una persona que está enamorada y no encuentra la razón. No sabe si fueron los besos, caricias o la forma de reír de la otra persona lo que realmente le atrajo''.

El compositor explica que el disco aún se encuentra en proceso de producción, y que estaría listo en marzo de 2015.

''Faltan unas seis canciones. Algunas -ya sea a ritmo de bolero o de salsa- tratan sobre el amor, pero la mayoría son de tramas pícaras, y como la salsa es festiva, bailable, trato de que tengan que ver con la felicidad''.

Para definir los temas que conformarán el material discográfico, Baloyan señala que -como parte de la estrategia de publicidad- elaborarán una encuesta con gente que está dentro de la industria de la música para elegir las mejores canciones, ''la dinámica se ha hecho con discos anteriores y ha funcionado''.

Comparado con sus otros álbumes, el cantante dice que el género musical de su nuevo trabajo sigue el mismo camino, '' a ritmo de salsa, uno o dos boleros, y un latín jazz. Es lo que pretendo hacer por ahora''.

Fuentes de inspiración

El tijuanense asegura que componer es un arte, pero que también es un oficio en el que se tienen que desarrollar habilidades para hacer canciones en cualquier momento, ''es como un carpintero que tiene que hacer una silla, no puede esperar a que algo en específico lo ilumine, debe estar preparado para realizar el trabajo''.

Empero, Sirak reconoce que hay situaciones que inspiran a escribir una canción, sobre cosas especiales que le suceden a él u otras personas, ''también hay momentos de paz y tranquilidad en los que no tienes urgencia, te sientas al piano, guitarra o bajo y de ahí se va desarrollando el tema''.

En su tercera placa musical subraya que habrá una mezcla de historias propias -referente a sus vivencias- y otras que compuso para que la gente pueda identificarse.

''Tiene mensajes románticos como este bolero (¿Qué fue?), también hay salsa romántica, muy bailable, y tengo canciones que hablan de música, salsa, baile, instrumentos, pero al fin son temas alegres, festivos, guapachosos''.

Salsero de corazón

Sirak Baloyan ha escrito más de 130 obras musicales dentro del género de balada, bolero pop, bolero trío, chachacha, Dance/Pop, flamenco, Jazz, latín Jazz, mariachi, norteño, rock, bossa nova y salsa. Sin embargo, el compositor se decanta por los dos últimos géneros, pues asevera que son en los que se siente más cómodo.

''Me encanta el bossanova que es música muy sensual de Brasil, yo crecí escuchando ese tipo de música. Como salsero tocar el bajo con la orquesta y escuchar a doce músicos profesionales en vivo, es una sensación inexplicable''.

Acerca de sus planes para lo que resta del 2014, el artista dice que seguirá promocionando su sencillo. Asimismo adelanta que podría ser el artista principal del aniversario de Tijuana, el próximo 27 de julio.

Sobre su primera presentación en Guadalajara, informa que están buscando un lugar adecuado que también sirva para baile, ''pensamos hacerlo este año, ojalá se concrete ya pronto, para octubre o noviembre''.

EL INFORMADOR / ILSE MARTÍNEZ