Sergio Kleiner regresa a los foros

CIUDAD DE MÉXICO.- Ha dedicado su vida a la actuación lo mismo se ha desarrollado en teatro, que en cine y ahora de nueva cuenta en la pantalla chica. Así Sergio Kleiner se suma al elenco del melodrama Eternamente tuya, donde trabaja al lado de Andrés Palacios después de compartir créditos en el programa Noche eterna y el melodrama Amor en custodia.

El regreso a los foros llena de satisfacción a Kleiner después de un período de descanso que el actor describe como “un prolongado intervalo provocado tal vez por los caprichos de los que manejan esta industria, porque después del gran éxito de Amor en custodia he pasado casi dos años inactivo.
 
Pero este reencuentro me llena de gusto porque para mí actuar es vivir y la oportunidad de ejercer me llena de vida y satisfacción”, comenta en entrevista vía telefónica con EL INFORMADOR.

¿Con una vasta experiencia qué le presenta este nuevo personaje?

“Chon es un personaje muy atractivo, es un reto, porque es la primera vez que me toca representar a una persona invidente. Es muy interesante, ya que es una especie de profeta ciego, un hombre que conoce la historia de su pueblo y que sabe de un tesoro que le pertenece a su niña Antonia y que está dispuesto a todo por que se haga justicia”.

¿En que se basó para dar vida Chon?

“Cualquier personaje es otro ser humano, hay que respetar su identidad basándose en una investigación, hay que maquillar el alma de los personajes. Por ejemplo Chon no nace ciego lo dejan ciego a base de tortura, y estas piezas influyen en la forma de caminar, hablar y proyectar sus sentimientos”.

¿Cómo es la convivencia con el equipo?

“Se ha reunido un grupo de compañeros de primer nivel, comprometidos a proyectar lo mejor de nosotros mismos para los telespectadores, porque sin ellos nuestro trabajo no tendría razón de ser”.

Después de trabajar con múltiples directores de cine, resaltando su participación con Alejandro Jodorowsky (Fando y lis) ¿le gustaría regresar a la pantalla grande?

“Me encantaría hacer cine, lo último que hice fue Morirse está en hebreo. Pero también me encantaría que se hiciera el cine como se hace en Estados Unidos, donde los actores de mi edad son reconocidos, respetados y tiene oportunidad de ser protagonistas, mientras que aquí son catalogados como rucos que no tienen nada que decir, porque como este es un país de jóvenes se cree que son los únicos que pueden expresarse”.

¿Y en cuanto al teatro?

“El teatro también lo veo desvalido, aunque hay más oportunidades. Mis raíces están precisamente en Guadalajara donde debuté en el Teatro Experimental de Jalisco en 1962, con la compañía de María Teresa Montoya con la obra Los padres terribles de Jean Cocteau.

Y en la actualidad estoy escribiendo un espectáculo unipersonal que se llama Actuar es vivir, donde un actor con un camerino en escena se va transformado en distintos personajes. Es un collage de grandes escritores y algunos personajes inventados por mí donde desfila un poeta viejo, Hamlet, Ricardo III, Don Quijote y Miguel de Cervantes, entre otros”.