Viernes, 22 de Noviembre 2024
Entretenimiento | Los restos del cantante ya descansan en un cementerio privado de la localidad de Burzaco

Sepultan a Sandro en Buenos Aires

Las nenas, como Sandro apodaba a sus fanáticas, despidieron a su ídolo con lágrimas y gestos de pesar

Por: EFE

BUENOS AIRES, ARGENTINA.- Los restos del popular cantautor argentino Sandro descansan ya en el cementerio de las afueras de Buenos Aires al que fueron trasladados hoy en un cortejo fúnebre que estuvo en todo momento rodeado de una multitud de admiradores.

Las "nenas", como Sandro apodaba a sus fanáticas, despidieron a su ídolo con lágrimas y gestos de pesar, pero también coreando algunas de las canciones más conocidas de su repertorio, como Rosa, Rosa o Dame fuego.

Pero también había hombres y niños entre las miles de personas que presenciaron el paso del cortejo fúnebre desde el Congreso argentino, por la avenida Hipólito Yrigoyen, hasta un cementerio privado de la localidad de Burzaco, la última morada del "Elvis Presley argentino".

El "Gitano", como también era conocido el cantante de 64 años, murió este lunes en el Hospital Italiano de la provincia argentina de Mendoza (oeste), 45 días después de haber sido sometido a un trasplante coronario y pulmonar por una enfermedad respiratoria crónica.

El cortejo fúnebre partió de la sede del Parlamento, donde el cuerpo de Roberto Sánchez, el verdadero nombre de Sandro, fue velado desde el martes por la mañana hasta hoy por la tarde.

Según el personal de seguridad del Congreso, al menos 45 mil personas desfilaron por Salón de los Pasos Perdidos para dejar una flor, rezar una oración o tocar el féretro del artista.

Las numerosas personas que quedaron en las afueras del Congreso una vez cerrada la capilla ardiente rompieron en aplausos y lanzaron flores sobre el féretro cuando fue colocado en el automóvil fúnebre.

El cortejo debió detener su marcha poco después de salir del Parlamento, ya que los admiradores de Sandro se abalanzaron sobre el vehículo para dar su último adiós a su ídolo.

Algo similar ocurrió en las inmediaciones de la casa de la localidad bonaerense de Banfield en la que Sandro residía, hasta donde se acercaron más de 3 mil personas para despedir los restos del artista.

Cientos de personas también se reunieron en las inmediaciones del cementerio donde los restos del cantautor fueron sepultados en una ceremonia íntima con presencia de su viuda, Olga Garaventa, y sus allegados.

"No puedo creer que se haya ido. Era puro talento, un gran hombre", señaló  Estela, una de las mujeres que acudió a despedir a Sandro.

El cantante cautivó a varias generaciones del público latinoamericano, especialmente al femenino, con medio centenar de discos y una docena de filmes en los que siempre exhibió un estilo provocativo.

"Tengo muchos recuerdos de él, de cuando le escribía cartas de amor o de cuando iba en cada cumpleaños con las otras `nenas` a su casa para saludarlo", dijo Rosa, otra de sus seguidoras.

Numerosos fanáticos aseguran que "Sandro de América", otro de sus apodos, se ha convertido en un mito de la canción latinoamericana, en un "inmortal" que perdurará gracias a sus discos.

Las ventas de sus álbumes han trepado en las últimas horas, tal como ocurrió meses atrás con las producciones de la cantante argentina Mercedes Sosa, fallecida en octubre pasado.

La "sandromanía" también puede verse en internet, donde aumentó la venta y, en consecuencia, los precios de los productos vinculados al cantautor, el primer artista latino en llenar el Madison Square Garden de Nueva York, en abril de 1970, cuando su recital se transmitió en directo a Latinoamérica.

En aquel momento, el músico ya cautivaba a sus seguidoras y escandalizaba a los sectores conservadores con su voz temblorosa y sus movimientos pélvicos, que eran recompensados con una lluvia de prendas íntimas y rosas sobre el escenario.

El brillo de Sandro, sin embargo, comenzó a apagarse hace once años cuando le fue descubierta un enfisema pulmonar a causa de su adicción al tabaco, a "ese maldito cigarrillo", tal como el propio artista lo definió años más tarde, cuando su salud se consumía.

Durante las funciones del espectáculo "El hombre de la rosa", con el que regresó en 2001 a los escenarios de Buenos Aires después de algunos años de ausencia debido a su enfermedad, tuvo que utilizar un micrófono especial que llevaba adherido un pequeño tubo por el que recibía oxígeno.

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