Sean Penn muestra su lado roquero

LOS ANGELES, ESTADOS UNIDOS (08/JUL/2010).- El actor estadounidense Sean Penn dará vida a un roquero retirado en busca de venganza en el nuevo filme del cineasta italiano Paolo Sorrentino, This must be the place, una historia europea que el director de Il Divo (2008) comenzará a rodar en breve en Estados Unidos.

Así lo explicó el director, en conexión desde Nueva York, en una rueda de prensa celebrada en Milán para presentar la película, una producción de 28 millones de dólares de presupuesto, que se proyectará en los cines en 2011 y que pretende llegar “a los corazones” del público.

“La idea es hacer un filme sencillo y lineal sobre un tema también sencillo con el trasfondo de un asunto de una enorme dificultad”, explicó Sorrentino en declaraciones que recogen los medios italianos.

La película, que coprotagoniza la actriz estadounidense Frances McDormand, narra la historia de Cheyenne, un roquero retirado obsesionado con encontrar al criminal nazi que atormentó a su padre en el campo de concentración de Auschwitz y que en la actualidad vive en Estados Unidos.

“Es una historia europea que se mueve sobre tres andenes. De una parte lo íntimo, por otra, la búsqueda de la paz contra el horror nazi y, luego, la ironía de una comedia”, dijo Sorrentino de This must be the place, en la que también será tema central la escasa relación entre un padre y un hijo y el Holocausto judío.

Novedoso financimiento

El cineasta italiano explicó que espera que ese toque de comedia lo aporte el mismo personaje de Cheyenne, interpretado por Penn, y que la idea de contar con el actor estadounidense para la película surgió en el Festival de Cannes de 2008, donde ambos coincidieron.

La película es producida, entre otros, por Medusa, la productora de Silvio Berlusconi, y cuenta con financiaciamiento del grupo bancario Intesa Sanpaolo, cuyo consejero delegado Corrado Passera estuvo en la presentación y comentó que: “Este proyecto tiene todos los números para ser una historia de éxito. Podría ser la primera de una serie de intervenciones y, sobre todo, un ejemplo para que otros posibles inversores externos al cine puedan decidirse a apoyar esta industria”.

Rossella, destacó el carácter histórico que tiene la participación de un banco como Intesa Sanpaolo en la producción de la película. “Es la primera vez que un banco entra en sociedad para realizar una película. Si a esto le siguen otros, será un revolución para el cine italiano”.