Miércoles, 27 de Noviembre 2024
Entretenimiento | En condiciones de escribir una nueva obra

Saramago celebra una década de su Premio Nobel de Literatura

El escritor portugués hace un balance positivo de los 10 años transcurridos tras recibir el máximo galardón de las letras

Por: EL INFORMADOR

LI SBOA, PORTUGAL.- El escritor portugués José Saramago conmemora una década de la obtención del Premio Nobel de Literatura. Los años posteriores a la recepción del máximo galardón de las letras han sido, en sus propias palabras, "ricos en acontecimientos, encuentros y diálogos".

El autor hace "un balance diversificado" de estos 10 años transcurridos: "Di muchos discursos, entrevistas y varias universidades me galardonaron". El Nobel de 1988 añade que el galardón significó una responsabilidad "importante" desde un punto de vista cívico y político".

"Quizá el premio supuso una consciencia nueva de nuestra importancia (como portugueses) en este nuevo mundo", expresa Saramago, quien indica que un galardón de ese nivel le exigía estar a la altura de las circunstancias.

Saramago no ha parado durante estos 10 años por los numerosos viajes y compromisos a los que ha asistido, aunque reconoce que ese esfuerzo "valió la pena".

Entre los escritores que desde su consideración merecen el Nobel, se refiere a una generación de literatos brasileños "muy buena", entre los que destaca a Joao Cabral de Melo Neto. "Es un autor a quien el premio le hubiera sentado como un guante", opina el escritor luso.

Reconoce que el Nobel le cambió la vida, "pero en el mismo sentido en que ya la llevaba, es decir, intensificó mi tendencia a intervenir en cuestiones sociales y políticas. Lo importante es que no ha cambiado la persona que soy. Ese dato se puede contrastar con mis amigos y mi esposa".

De vuelta a la vida
José Saramago, a sus 86 años, ha vuelto a la vida. Tras haberle visto la cara a la muerte, según su propia confesión, a causa de unas neumonías sucesivas, lo primero que hizo al llegar a casa el pasado mes de febrero, tras unos meses en el hospital, fue ponerse a escribir. Y en agosto ya había terminado El viaje del elefante, una crónica épico-humorística del recorrido que realizó Salomón, un elefante propiedad del rey de Portugal que, en el siglo XVI, fue regalado al archiduque Maximiliano de Austria, por lo que tuvo que tuvo que realizar un largo recorrido.

Hoy, José Saramago se siente recuperado y con ganas de seguir trabajando. Sobre su deseo de continuar escribiendo afirma que no tiene "ninguna duda" y aclara que "si no fuese así, 24 horas después de haber salido del hospital no me habría sentado a trabajar".

El autor de Ensayo sobre la ceguera sostiene que "nunca se sabe cuál va a ser el último libro", pero que se siente en condiciones de continuar su labor literaria.

Un cuento muy extenso
Para Saramago, su última obra, El viaje del elefante, es "un cuento muy extenso", de 260 páginas.

Pese a ser tan largo, no es una novela, subraya el autor, porque carece de los elementos propios de ese género y él prefiere llamar a su creación simplemente "libro".

A diferencia de otros, en éste "aparece una figura que ya estaba presente en los libros anteriores, pero que esta vez asume su papel enteramente, el de autor-narrador".

La idea de la obra, explica Saramago, surgió durante un encuentro con unos amigos en la ciudad austríaca de Salzburgo, donde le dieron a conocer el periplo del elefante que en 1551 fue llevado de la capital portuguesa hasta Viena.

Pero el escritor portugués resalta que, aunque trazado sobre un fondo real, El viaje del elefante es un libro "de invención continua" en el que introduce "anacronismos intencionados" y buenas dosis de humor.
 
Una vocación tardía
Nacido el 16 de noviembre de 1922 en el seno de una familia humilde en el pueblo de Azinhaga, cerca de Lisboa, José Saramago se dedicó de lleno a la literatura cuando ya rondaba los 40 años. Después de abandonar el colegio porque la familia necesitaba dinero, trabajó primero como cerrajero mecánico y después como dibujante técnico, funcionario público, empleado en una editorial y periodista.

En 1966 aparecía su primera obra, Os poemas possiveis (Los poemas posibles). La fama le llegó a mediados de la década de los 80 con novelas como El año de la muerte de Ricardo Reis, Memorial del Convento y La balsa de piedra, obras de marcada temática histórica.
Su narrativa se caracteriza por el uso de la metáfora y un lenguaje que roza lo barroco.

"Pese a todo creo haber sido capaz de construir una obra digna", dice este escritor de abuelos labradores y padre policía que nunca contó con los recursos para terminar el bachillerato o comenzar una carrera universitaria y que en 1998 se convirtió en el hasta ahora único Premio Nobel de Literatura de su país.

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