Sabina comparte recuerdos

GUADALAJARA, JALISCO (07/MAY/2015).- Para el público tapatío, anoche hubo un rencuentro. Tras cuatro años de ausencia, Joaquín Sabina regresó a la ciudad y abarrotó el Auditorio Telmex.

La velada estuvo llena de recuerdos; no faltó la inmensa sábana de dispositivos móviles y las bragas que llegaron a sus manos.

Bajo el nombre “500 noches para una crisis”, la gira que trajo de nuevo a Sabina revisa en buena medida los temas de un disco que apareciera hace 15 años y que, como sentenció, “después del quinto tequila, me parecía entre el Sargento Pimienta y la novena de Beethoven”.

Todo un gentlemen

Sabina apareció ante los espectadores de vivo azul marino y la ovación de pie apenas dejó escuchar las notas de Ahora para, con el inmenso coro de casi nueve mil almas, entonar la muy conocida 19 días y 500 noches, un tema que apenas interrumpió para recordar el estreno de la canción muchos años atrás.

Tras Barbie superstar, Sabina hizo un breve recuento del tiempo en el que no faltó su experiencia con el infarto cerebral leve que sufrió en 2001, las mujeres e incluso una mención al “Chicharito” Hernández; luego de eso, La Magdalena introdujo la nota intimista, a la que siguieron Sin prisas y Donde habita el olvido.

Por otra parte, además del impresionante sonido, vale hacer notar que las versiones no se alejaron mucho de las que su público reconoce (aunque las guitarras tuvieron mayor intensidad), pero el entorno visual —cargado de rojos, tonos oscuros y algunos cambios de vestuario (sobre todo de sombreros)— hizo de la presentación una prolongada noche de canciones para el recuerdo y la memoria, bastante más de dos horas en las que los gritos hicieron saber a Sabina que, por lo menos en este terruño, será siempre bien recibido.