A casi tres años de su última visita, el inventor de la salsa consciente llegaba esta ocasión para compartir sus "Cantos y Cuentos Urbanos" acompañado de la orquesta de Roberto Delgado, y que reuniría a gente de todas edades que, casi a mitad de semana, deseaban “bailongo”, y sin duda aprovecharon el vigoroso y extenso repertorio para soltar las caderas, mostrar sus mejores pasos y aplaudir, de principio a fin, la entrega del compositor.Entre algarabía y banderas de su tierra natal agitándose, en punto de las 22:00, sin retraso ni introducciones, el cantautor panameño asaltó el escenario con todo su encanto bohemio, vestido de riguroso negro, con sus clásico sombrero y zapatos de charol, para abrir la fiesta con Caminando, que de inmediato puso a bailar a los asistentes, aumentando la temperatura del lugar. A sus 63 años de edad, el “Poeta de la Salsa” cantó sin parar; anécdotas y experiencias de su vida, letras cargadas de energía y crítica social, desgranaron un recorrido musical de 21 temas en el que no faltaron sus éxitos Chica plástica, Decisiones, Vale más un Guaguancó, Buscando Guayaba, Juan Pachanga, Patria y Padre Antonio. Por más de dos horas y media, Blades no dejó de complacer a los tapatíos, y al interpretar Pedro Navaja desataría el furor del público y encontraría su coro más firme, repitiendo las líneas "la vida te da sorpresas, sorpresas te da la vida"; bajo los acordes de Muévete, Bleids, como le dicen en Panamá, despediría la agitada pista.Durante el recital, el panameño rindió homenaje a su “compatriota”, el “genio” escritor Carlos Fuentes, fallecido unas horas antes, al que dedicó la pieza Todos Vuelven. “Dios te bendiga Carlos, que tengas paz y dicha eterna”, pronunció afligido.
