Rodolfo Palacios, en busca de historias

GUADALAJARA, JALISCO (30/SEP/2011).- ¿Qué significa contar una historia? Para Rodolfo, significa ser actor. Rodolfo Palacios quiere hablar de cosas que valgan la pena. En la vida, en el cine, en el teatro. Es egresado de la escuela Casa del Teatro, sin embargo es en el medio cinematográfico donde puede hoy contar historias que le apasionan. Fue uno de los actores becarios del Talent Campus Guadalajara en 2010. Uno se lo encuentra siempre haciendo cosas; en un festival de cine en Valle de Bravo echándole la mano a la directora en beneficio de la promoción cinematográfica, en nuestra ciudad vinculándose con diversos talentos, en México ejerciendo el deporte más común entre los actores: el casting.

Habla poco. Discreto. Piensa que el internet es futuro, la televisión industria y que en el cine mexicano pocos recuperan sus ganancias. Entonces hablamos de las semejanzas y diferencias del cine nacional y el americano. Porque este actor ha participado en un puño de películas, y entre ellas interpretó a Snake Ink en Apocalypto, dirigido por Mel Gibson, lo que hasta hoy, a diferencia de otros actores de su generación, le otorga una visión envidiable. De lo grande y lo pequeño. Le interesa lo sencillo, le encanta impulsar proyectos independientes, es capaz de congregar actores con fines altruistas, según dice, quiere que haya todo para todos. ¿Será?

Hoy por hoy está por terminar el filme de Amir Galván director de La Cuarta Compañía. Así como por estrenar El juicio de Leona Vicario de Raymundo Pastor e Insurgentes Malditos de Christopher Luna, película en la que participan Silverio Palacios, Noé Hernández, Gerardo Taracena, Héctor Jiménez, María Inés Pintado y Paulina Treviño. Aunque es un tipo de formación escénica, la realidad nacional lo aleja del teatro “porque inviertes tiempo y no ganas dinero”.

Sin embargo, luchón, como muchos actores nacionales, impulsa junto con el dramaturgo Edgar Álvarez Estrada un proyecto titulado El viaje del señor H.  Un Hamlet contado a partir de la visión de los soldados.

Le gusta el Séptimo Arte pero tiene interés en hacer series, porque es ahí, hoy, donde se pueden contar historias. Tiene 14 años como actor y en un futuro se mira dirigiendo, escribiendo y claro, actuando. “La verdad es que creo que la televisión mexicana se ha basado en las telenovelas y en los programas de entretenimiento, eso es pan para el pueblo, los nuevos intentos de hacer algo más digno han costado trabajo, una porque no estábamos acostumbrados a ese tipo de televisión. Estadísticamente 15% de los habitantes tienen cable y 80% no lo tiene, que es el que está viendo novelas, feliz de la vida. La televisión sí es una industria que deja dinero”.

Destaca la importancia del internet, sin embargo, romántico o retrógrada, afirma que el contacto de persona a persona es necesario para la vida, “por eso el teatro no morirá, por esa interacción que uno tiene con los actores y que están en vivo actuando para ti. Sobre todo en obras como Incendios que está a la vuelta de mi casa y no hay boletos”.

Ahora dirige Park Stories (Historias en el Parque), una serie de siete capítulos en la cual entrenó a 15 actores. También impulsa por Facebook un grupo llamado Barra de actores, que se dedica a la creación de proyectos de manera alternativa.

— ¿Por qué actor?

— Siempre pensé en qué no me gustaría ser y de ahí definí muy pocas opciones. Soy comunicólogo pero luego me encontré la actuación, quería ser futbolista profesional y no era tan bueno. Así que entré a un taller de teatro y luego estudié profesionalmente.

— Trabajaste con Mel Gibson ¿hay puntos de contacto entre el cine norteamericano y el mexicano?

— ¿Puntos de contacto? Déjame pensar, no lo sé… El problema es que el cine mexicano no tiene ganancias, en ese sentido digo que no es industria pero por supuesto que se hacen proyectos interesantes, acabo de ver Miss Bala y me encantó.

— Todo mundo dice eso de “Miss Bala” ¿qué  ingredientes tiene este filme para que te encante?

— Una historia bien contada con personas a las que les crees lo que te cuentan y habla de una realidad en la cual vivimos y de repente no nos damos o no nos queremos dar cuenta. Este país es muy violento, vivo en la que supuestamente era la ciudad más violenta de México, el Distrito Federal, y ahora resulta que vivo en la ciudad más segura. En este país hay una guerrilla que tiene que ver con dominios de las zonas económicas, y ahora la economía se basa en el narcotráfico.

— ¿Qué te toca hacer como actor?

— Lo que me corresponde es hacer bien mi trabajo.

— ¿Quién sí para la silla presidencial?

No confío en nadie, Peña Nieto es imposible de pensar, Marcelo Ebrard pues ha hecho cosas pero hay un gran afán de todos por quererse llevar todas las canicas. Alguien que no piensa en el pueblo no va a hacer progresar este país. El pueblo de ricos y pobres, el pueblo es de todos. No veo a nadie que tenga un proyecto de país y eso es tristísimo.

— ¿Qué piensas de personajes salidos de la sociedad, como Javier Sicilia por ejemplo?

— Perdón. No estoy familiarizado con Javier Sicilia, pero sí he visto a personas que no son líderes de opinión pero sí representan esas familias a las que les han matado a sus hijos, he visto familias enteras marchar con velas, mostrar las fotos de sus hijos muertos, de sus padres muertos, en silencio. Ningún tiempo ha sido más pacífico que otro, yo vivo el México con conciencia y responsabilidad.

— Explícame ¿qué es vivir con conciencia y responsabilidad?

— Conciencia es estar al tanto de todo lo que sucede, no sólo ver las cosas de manera superflua, hay que ver las cosas a fondo. Responsabilidad es hacer algo de todo eso. Lo que hago lo llevo a cabo y me hago responsable de lo que llevo a cabo. No sólo soy un actor que va a trabajar a distintos lados y busco proyectos, soy consecuente con eso.

Dolores Tapia

Otras películas

Palacios ha crecido en la pantalla grande tras Apocalypto con proyectos como Asalto al cine, ganadora en numerosos festivales internacionales, y Revolución, el largometraje donde 10 de los mejores realizadores de México unieron sus breves historias para formar una narrativa sobre la efeméride que el año anterior celebró su primer centenario. La cinta 4 Maras se encuentra en posproducción, en ella trabajó bajo las órdenes de Iván Cuevas y compartió créditos con Gerardo Taracena.