Rockean por la vida

GUADALAJARA, JALISCO (30/SEP/2012).- Raúl González, empleado, negociante y orgulloso seguidor de los Caifanes, llegó al Foro Alterno de la Universidad de Guadalajara a las 12:00 horas para disfrutar por cuarta ocasión el concierto Rock X La Vida. "Ya hacía falta este desmadre".

Vecino de la Colonia Oblatos, en Guadalajara, se levantó temprano y se vistió cómodamente para apartar un lugar al pie del escenario Rocker, en donde la agrupación liderada por Saúl Hernández --quien a las 19:00 horas todavía no llegaba-- cerraría la maratónica jornada musical que inició a las 14:20 con la participación de Volcán, banda que no escatimó energías a pesar de la hora y el exiguo público.

Quería ser el primero, el más leal; pero a su arribo a la explanada este hombre moreno de 40 años de edad -bajo de estatura, de cuerpo rollizo y con una ligera barba de chivo- se sorprendió. Se sorprendió al ver que su pasión no era tan fuerte como pensaba. Cuando llegó se topó con desconocidos compañeros de pasión: "Ya había gente asegurando un espacio".

Raúl apartó su lugar cerca de la pantalla gigante ubicada a la izquierda del escenario. Se acomodó el sombrero de pescador color verde militar y se untó a la cerca metálica --que separaba a los guardias de seguridad de la multitud-- a esperar al grupo de sus amores. Al ser chaparro, pegado a la cerca parecía un pequeño que intenta escapar de la cuna cuando sus padres no lo ven. Raúl tiene un tatuaje del grupo Jaguares en el hombro izquierdo y en el derecho un sol que representa a sus tres hijas. Dos de ellas lo acompañan: Ilse Magdalena y Tania Gabriela. "A la más grande le gusta la banda, ni modo", dice haciendo una mueca de resignación rockera y amorosa.

El concierto organizado por Máxima FM les ofreció música para gustos variopintos. Ellas iban a escuchar a "los caifas", pero compartían su amor con Forseps y  La Lupita.

Raúl soportó el sol que le caló de firme en la espalda. No se movió de su lugar en ningún momento. Sintió cómo se agolpaba y se apretaba y se sacudía la multitud de uno a otro escenario, una y otra vez. Miró con suspicacia a los jóvenes que bailaron con los músicos-máscara de Band of Bitches, y a los que buscaban esquivar el calor debajo de los cobertizos puestos a corta distancia y que no respetaron la zona dispuesta para las personas con discapacidad. Raúl disfrutó cuando el rapado José Fors salió lleno de energía y, acompañado de los músicos de Forseps, tocó temas como "Día negro", de José Manuel Aguilera, vocalista de La Barranca; "Mañana nunca llegará" y "Piel fiel".

A un lado de Raúl, abrazada y tomándose fotos con el celular estaba una pareja de esposos que sacrificaron el domingo familiar por la música. Raymundo Alonso y Yamilet Abigail fueron al concierto para festejar los dos años de vida de su segunda hija. Yamilet ondeaba una manta en la que estaba escrito: ¡El mundo da vueltas porque tú lo haces girar! "Venimos a celebrar la vida de nuestra hija", dice Raymundo luego de chupar su cigarro y esgrime una sonrisa por donde se le escapa un hilo de humo.

Ya sin el sombrero, pues el sol se movió hasta quedar detrás del escenario, Raúl se colocó los lentes oscuros a manera de diadema sobre su corto cabello. Su rostro, antes chocolate, ahora estaba tostado. Desde el escenario Nike, Siddhartha pedía a los del escenario Rocker que se unieran al contingente que coreaba sus canciones acompasadas. No le hicieron caso, lo escucharon de espaldas y los miraron mudos desde las pantallas dispuestas a los costados del mazacote.

El calor comenzó a disiparse cuando Los Bunkers llegaron luego de que Siddhartha se despidiera. Los jóvenes tapatíos corrieron de un escenario a otro y se integraron a los enloquecidos vítores que ya nacían y se ahogaban con los sonidos de los chilenos y comenzaron a saltar y volaron cervezas y se alzaron las manos ante una agrupación que terminó bañada en sudor después de una hora de participación que dio lugar a Vetusta Morla.

Luego de un receso que sirvió para que el sol muriera y los presentes se refrescaran --menos Raúl, quien ya no podía salir de la trampa que él mismo urdió--, siguió el turno de La Lupita, quien se aventuró con temas como "Te odio", de su nuevo disco que sale el próximo 30 de octubre: "Ái se los encargamos", dijo que vocalista y continuó con "Maldito amor" y "Contrabando y traición".

En ese momento, Raúl, que ya no oía ni veía lo externo a la música, ya enganchado con la música, muy cerca de conseguir su objetivo de ver juntos a Caifanes, remató: "Ahora viene lo bueno".

Hasta las 19:30 horas, los organizadores del Foro Alterno de la UdeG que caminaban por la explanada estimaron una concurrencia que sobrepasaba los 16 mil asistentes. Estimaban que para el arribo de Caifanes esta cifra aumentara a 30 mil.

Hasta el cierre de esta edición Bomba Estéreo se encaramaba en el escenario mientras seguían arribando personas al recinto para cerrar la noche con Caifanes.

PARA SABER

El concierto Rock X La Vida se celebra desde hace seis años con el objetivo de hacer conciencia entre los jóvenes de Jalisco sobre la importancia de pedir ayuda ante los pensamientos suicidas.

EL INFORMADOR / GONZALO JÁUREGUI