Rock y adrenalina entre polvo

GUADALAJARA, JALISCO (20/MAY/2013).- No la tenían a la venta en el concierto, pero no hubiera sido una mala idea vender una camisa que dijera "Yo sobreviví al Hell & Heaven Metal Fest", el festival de heavy metal celebrado el domingo en la explanada de la Arena VFG y que terminó arañando la madrugada del lunes.

Para algunos, fue la oportunidad de ver a la banda soñada. Para otros, de exprimir toda la vena roquera en una jornada maratónica. No faltó quienes lo tomaron como el pretexto perfecto para "agarrar" la jarra en pleno domingo. Lo que sí, es que nadie, nadie que haya ido al Hell & Heaven podrá decir que no se dio un baño de polvo.

Para muchos, la banda más esperada del encuentro era Motörhead, y los ingleses no decepcionaron. Formada en 1975 por Lenny Kilmister, los británicos demostraron que ser decanos en este género no es sinónimo de volverse suaves. El grupo apareció poco después de las 22:00 horas en el Hell Stage, uno de los tres escenarios montados para el evento, y de inmediato cimbraron la explanada de la Arena VFG.

Basado en un sonido donde la guitarra es el principal pilar, pero que sabe cuándo hacer estallar la batería, los creadores de Ace of Spades se encargaron de cerrar una jornada larga y polvorienta, donde el heavy metal se concatenó con el sinfónico, el trash, el speed y hasta el nü metal.

A nivel sonoro, el encuentro cumplió con lo prometido. Bandas como Six Feet Under, Exodus, In Fire, Haggard, PRO-FE-CIA, Resorte y Municipal Waste brillaron sobre la tarima. Una tras otra, y sin descanso, bombardearon los oídos de los melómanos, involucrando al público, que hizo slam y headbang para celebrar a las mejores y que creó un ambiente de fiesta metalera a lo largo de las más de 12 horas que duró el encuentro.

Todas las escuadras que se presentaron en el Hell... llegaron con un camino recorrido, una audiencia ganada y poco que demostrarle a los escépticos. La calibración del sonido, a oídos de los amantes del género, si no la mejor, sí conservó una  buena calidad, en tanto que el montaje de las bandas, salvo por el juego de luces, en general fue discreto, en un concierto donde a final de cuentas el gran protagonista fue el metal.

Sepultados en polvo

Lo que el Hell & Heaven dio en música, lo terminó debiendo en comodidad. Las tormentas de polvo y el Sol ardiente que azotaron la pomposamente llamada "explanada de la Arena VFG" (que en realidad es un terregal con solitarios árboles desperdigados por aquí y por allá), hicieron que cada sombra se convirtiera en un Edén para los asistentes.

A la cantidad de tierra que se comió y se respiró de forma involuntaria y voluntaria durante la jornada, se sumó el caos vial que usualmente se presenta sobre la carretera Guadalajara-Chapala, que ocurre en cualquier concierto que se celebre en la Arena, que en esta ocasión se vio "adornada" por vendedores de chácharas, piratería y parafernalia sobre la carretera, que hicieron su agosto en pleno mayo con los seguidores del heavy metal.

La cereza en el pastel la pusieron los taxis, camiones y transeúntes que se esforzaron por romper las reglas viales, haciendo que el tránsito al interior y en los accesos de la Arena se complicara.

El baile de cifras fue otra constante en el show, donde se presentó una auténtica alquimia de números. Mientras los organizadores afirmaron que la cantidad de asistentes al evento en punto de las 19:00 horas "rondó entre los 15 y 18 mil espectadores", elementos de protección civil del Estado presentes en el evento estimaron, a la misma hora, que fueron alrededor de 10 mil.

AGENCIA INFORMADOR / Juan Francisco González Rodríguez