Richard Goldgewitch retrata sus inquietudes

GUADALAJARA, JALISCO (08/MAR/2013).- "Si tuviera que calificar a Pablo Ferro con una palabra, esa sería enigmático". Así, el cineasta Richard Goldgewitch define la personalidad del hombre que inspiró su primer largometraje documental, Pablo, una cinta que aborda desde múltiples ángulos, el legado y la personalidad de Pablo Ferro, artista cubano avecindado desde la infancia en la Unión Americana, y cuya influencia se volvió determinante en la cultura pop estadounidense, especialmente en los campos del arte gráfico y del cine.

Richard Goldgewitch, cineasta brasileño que vive viajando de forma constante entre su país y Estados Unidos, presentó Pablo en la sección de Panorama Internacional del Festival Internacional de Cine en Guadalajara. Y si bien no compitió por ningún premio, se va satisfecho por la buena respuesta del público tapatío ante su obra.

"Este trabajo sirve para ver quién es Pablo Ferro (1935). Lanza una mirada sobre las cosas que ha hecho a lo largo de su carrera", explica Goldgewitch, quien agrega que "poca gente ha influido tanto en la cultura pop, gracias a la experimentación de imágenes y el desarrollo del artes visuales, que son notables en su caso", agrega el cineasta.

Ferro fue el primero en utilizar cuadros múltiples y cuadros rápidos en los promocionales televisivos, en la década de los años sesenta, cuando la televisión era mucho más lenta en su ritmo y se experimentaba poco con las proyecciones.

El documental combina animaciones y entrevistas con conocidos de Pablo, con la intención de ofrecer un retrato más amplio de la labor profesional y personal de un hombre que, pese a todo, sigue siendo extremadamente enigmático para Richard.

Genio silente
"Todos hemos visto alguna vez el trabajo de Pablo, o al menos alguna obra que ha sido influenciada por sus experimentos visuales", asegura el cineasta brasileño, quien lamenta la poca difusión que ha tenido hasta ahora la labor del artista cubano.

"Pablo Ferro comienza su carrera siendo un adolescente, como ilustrador para Stan Lee, que fue su primer jefe y empleador. Fue un autodidacta que trabajaba haciendo animaciones, todo esto a finales de la década de los años cincuenta y principios de los sesenta del siglo pasado".

Aunque Ferro tenía el talento para brillar en los cómics y las ilustraciones, sería el cine donde todas sus ideas explotarían. Richard considera que el cruce de caminos con Stanley Kubrick lo que terminaría por definir la carrera del cubano, y de paso encaminar su talento rumbo al Séptimo Arte.

Goldgewitch anota que "Stanley Kubrick  contrata a Pablo para que le ayude a hacer el tráiler promocional de Dr. Strangelove (1964). El resultado fue extraordinario, con cortes rápidos, una tipografía alargada. Fue muy loco en su tiempo, único en su tiempo y el primer tráiler de la época moderna, el primero hecho con la técnica que ahora conocemos".

La versatilidad, maleabilidad y temeridad de Pablo Ferro lo volvieron uno de los editores más solicitados en la década de los años sesenta y setenta. Su estilo, agresivo, veloz y colorido, sentaría las bases de generaciones futuras, y en el documental se sostiene que la cadena MTV terminó por recoger buena parte del legado visual del antillano.

"Lo que lo hacía especial era su personalidad. Yo lo conocí en persona, y al hacer el documental entendí que es un hombre de pocas palabras, muy callado y poco dado a comunicar lo que siente. Por eso digo que es enigmático".

"Pablo siguió buscando siempre nuevas técnicas, nuevas formas de impactar, nuevas formas de hacer arte. Eso es lo que muestra la película, hace una memoria de uno de los artistas más destacados de su tiempo y que sigue siendo muy influyente a la fecha", remata Richard, quien tras su paso por el FICG, llevará el documental al Festival de Cine de Cleveland.

La frase
"Pablo Ferro es un editor que desmenuza la realidad que tiene a su mano en la sala de montaje". Richard Goldgewitch

EL INFORMADOR / FRANCISCO GONZÁLEZ