Richard Gere, a prueba del tiempo

LOS ÁNGELES, ESTADOS UNIDOS.- El histrión estadounidense Richard Gere, que cumplió este año las seis décadas de vida, asegura que no le importa envejecer y que ese salto de dígito no le ha cambiado su forma de vivir, que sigue viendo con calma pero sin dejar de trabajar.

“La edad no significa realmente mucho para mí. Debo reconocer que no me ha importado cumplir 60 años, aunque cuando llegué a los 50 sí que fue una especie de hito”, afirmó el actor desde Nueva York, que será siempre para muchos el galán canoso de Mujer bonita, una de las películas más exitosas de la década de los años noventa.

Gere, a quien hace diez años la revista People nombró el hombre más sexy del mundo, aseguró que cuando cumplió medio siglo de vida lo quiso festejar “por todo lo alto, con una gran celebración entre amigos y gente que ni siquiera conocía”, pero que una década después su fiesta de cumpleaños quedó reducida a “una cena en familia”

“Los 60 me llegaron de una manera muy diferente, aunque de verdad que no me gusta pensar en la edad”, explicó de buen humor el actor que el pasado 31 de agosto cumplió años comprometido con la filosofía budista que practica desde hace décadas y tan decidido “como siempre” a ver las cosas “fuera de un espacio y un tiempo concreto”.

Sensual galán
Gere, que peina canas desde la década de los años y que en el cine ha interpretado tanto a jóvenes mujeriegos como a maduros multimillonarios, aseguró que “la superficie de la cosas o su aspecto nunca son fidedignos”, por lo que se mostró convencido de que siempre hay que mirar hacia “el interior de las personas”.

En ese sentido, el conocido actor de Gígolo americano (1980) y Oficial y caballero (1982) se mostró satisfecho pero también “sorprendido” de que le sigan lloviendo papeles de Hollywood, tanto que en las próximas semanas estrenará dos cintas y tiene en cartera muchas más.

Explcó “me sorprende que me sigan llegando proyectos interesantes, porque francamente ya estoy listo para parar. Si no me llegaran tantos proyectos que puedo hacer a mi manera y que me interesan, ya habría dejado el cine, pero afortunadamente no he tenido que hacerlo”.

Gere, que promociona estos días en Nueva York Hachiko: A Dog’s Story, un proyecto que define como “personal”, ya que, además de protagonista, hace las veces de productor ejecutivo, aseguró que tiene entre manos para el futuro sorprendentes ideas que no quiso detallar, pero con las que se introducirá “en territorios completamente nuevos”.