Ricardo Montaner controla su creatividad

CIUDAD DE MÉXICO.- Porque con el tiempo cambia el modo en que uno siente y se expresa, Ricardo Montaner dice que su más reciente disco es un ejercicio de conocimiento de causa, como el amor por su esposa Marlene.

“Cuando yo empezaba, la música brotaba como demasiado desaforada, muy rápido todo, y no tenía tiempo de disfrutarlo. Hoy la música sale a partir de un por qué, del conocimiento, de una razón, de justificación y voluntad”, dijo Montaner en una entrevista reciente sobre su nueva producción, Las cosas son como son.

Los sentimientos que inspiran sus canciones han cambiado con el tiempo, del mismo modo en que ha cambiado la manera en que ama a Marlene Rodríguez. “Amo más a mi esposa que hace 20 años, pero la amo diferente porque creo que ahora tengo conocimiento de causa. Cuando la conocí apenas la conocía y la amaba por la sorpresa, hoy la amo por otras razones, que son muchísimo más poderosas, más grandes”, explicó el artista. “Eso plasmado en la música”.

El disco número 18 del cantautor de éxitos como Déjame llorar y Me va a extrañar, que salió al mercado la semana pasada, contiene 12 temas y fue grabado mayormente en Italia, lugar que lo inspiró mucho, dijo Montaner. El primer sencillo se titula apropiadamente Para un poco.

“A la hora de escribir hubo una atmósfera distinta y eso tiene que ver con el lugar donde estás escribiendo”, dijo el intérprete argentino-venezolano, radicado en Miami desde hace siete años. “Se nota en su sonoridad, en su cierta nostalgia en las letras. El paisaje me inspiraba”.

Las cosas son como son es un disco de reencuentro con la semblanza y el aire de éxitos como Tan enamorados y La cima del cielo, con una sonoridad muy italiana, agregó el padre de cinco hijos.
“Muestra como soy yo ahora, con mi familia, sin ningún tipo de poses, mostrando que lo verdaderamente importante es la familia y esos detalles que a veces parecen tontos”, puntualizó.

Con una amplia sonrisa y la alegría que da la experiencia, Montaner afirma que ahora “soy un tipo más maduro. He ordenado mis prioridades de una manera diferente a cuando era muchacho. Hoy hay cosas que tienen mucho sentido que antes no tomaba en cuenta”.