Resulta increíble para Klitbo estar en ¨Por qué los hombres aman...

MÉXICO.- La actriz Cynthia Klitbo dijo que no sabe ni cómo aceptó este gran reto de participar en la comedia "¨Por qué los hombres aman a las cabronas?", en la que sustituyó a Consuelo Duval, quien tuvo a su cargo el papel principal durante dos años.

La artista agradeció que la prensa se haya tomado la molestia de acompañarla para verla en escena en esta producción basada en el libro homónimo de Sherry Argov, una comunicadora estadunidense.

Entrevistada al término de su actuación, Klitbo se emocionó y en sus ojos se notó que las lágrimas estuvieron a punto de derramarse, pero contestó preguntas directas y los elogios.

Respecto a cómo sintió esta nueva responsabilidad en el teatro, la actriz no se anduvo con rodeos.

"La verdad, muy padre, mis compañeros en la obra me han apoyado muchísimo en escena, Juanlú y Mercedes (Molto) estuvieron conmigo desde el principio, en todos los ensayos", añadió, y señaló que eso le ha permitido acoplarse y salir adelante.

Añadió que estuvieron con ella todas las horas que fueron necesarias y que hoy por hoy la siguen rescatando en escena.

"Estoy muy contenta de estar participando en esta puesta en escena, les digo, yo nunca había hecho comedia franca, abierta, espero que no sea la última vez, porque realmente me resultó súper divertido y un retote ¨no?", señaló.

Al mencionarle que se le vio convertida en toda una canija, la actriz dijo que era obligatorio lograr que el público la viera como tal y que eso reflejaba que estaba trabajando bien.

Asimismo, agradeció a quienes señalaron que se le vio extraordinaria en escena interpretando a "Dulce", una chica que tiene el autoestima por los suelos y que sirve de tapete a su galán, quien en todo momento la oprime y hace con ella lo que desea, ante la necesidad de la chica de tener un hombre a su lado.

"Gracias amigos por decírmelo, qué bueno que me digan eso, porque de verdad yo respeto mucho el trabajo de Consuelo (Duval), dijo sobre la responsabilidad que le dejó su colega, luego de dos años.

Descartó asimismo que se haya atorado en sus diálogos debido a los nervios. "No creo que haya sucedido, afortunadamente me ha servido la interpretación, pues reestrenamos la semana pasada y hoy la función corrió como mantequilla, afortunadamente. Vean la respuesta del público, responde y participa, se vuelve cómplice."

Dijo que en una semana se aprendió sus diálogos y que poco a poco se fue apoderando de su papel.

Se le insistió en cómo se había sentido en esta obra de mujer y para las mujeres.

"Lo que pasa es que es un pastelote esta obra, donde la gente se involucra con uno, las mujeres pegan de alaridos y los hombres también. El otro día un señor me gritaba: -Quítale el libro! (a `Bárbara', quien la incita a leer `¨Por qué los hombres aman a las cabronas?'), que debido a él, logro el cambio en mi vida.

"Pero también intervienen las señoras que lo querían linchar. Ciertamente, es una obra donde el público participa mucho, se divierte con nosotros también porque nunca sabes qué te van a decir o qué te van a gritar", comentó.

Sin embargo, se le mencionó si en algún momento ella se veía reflejada en la obra y ahí fue parca. "¨Y a poco tú no?", le respondió a la reportera.

"Yo creo que no hay mujer que no venga a ver esta obra y diga: `híjole, ahí estoy yo en algún momento de mi vida'", añadió.

"¨Fuiste tapete en algún momento de tu vida?", se le insistió. "Te vuelvo a repetir, ¨a poco tú no? Yo creo que todos lo hemos sido", subrayó.

Interrogada de cómo aprendió a ser "cabrona" en la vida real, se sinceró.

"Yo creo que todavía no soy una plena cabr..., creo que en el sentido en que la obra lo habla, soy una mujer que se da su lugar, que tiene dignidad y que al mismo tiempo es una mujer tierna y entregada con su pareja, pero sin ser el tapete", subrayó.

Finalmente, enfatizó que no sabe cómo le vaya a ir en estos meses, pues lleva rato sin tener una pareja a su lado.

"Me ha tocado estar de los dos lados: he sido tapete, pero también he sido cabr..., he sido de todo", concluyó.