Punk mexicano con toque irreverente

GUADALAJARA, JALISCO (08/JUN/2016).- El punk es un género musical que se mueve muy lejos de los comercial. Es un sonido creado por y para los inconformes. Para esos amantes de la estridencia y aquellos que buscan decir a través de la música aquello que lucha por salir de sus pechos. Y una de las bandas que más ruido está haciendo en este género no podía habr elegido un nombre más contestatario y curioso: De Nalgas.

El cuarteto, formado en 2010, ha ido ganando popularidad en años recientes no nada más por su curioso nombre, sino por sus letras, con una fuerte carga de crítica social y política. En la zona centro del país ya se han hecho de un nombre en el circuito independiente, y ahora se preparan para presentarse este fin de semana en Guadalajara, como parte del Corona Revolution Fest 2016.

Irving, baterista de la banda, habló con este medio sobre el momento que vive el cuarteto: "Nos está yendo bien, hemos estado creciendo bastante, madurando en lo musical y en lo mental. Todos los años y tocadas que hemos vivido nos han hecho crecer bastante. La gente ha aceptado muy bien el rollo de cómo somos".

Integrado por Boris, Irving, Karel y Puxi, la banda llega a la Perla de Occidente para descargar temas como "Vulgar dulce hogar", "Promesas y perdones", "No me calles", "En los Pinos" y "Estática", entre otros.

--¿Cómo surgió la banda?
--Los cuatro nos conocemos desde la primaria, así que crecimos escuchando punk, The Ramones, Sex Pistols, con esa influencia de letras cargadas de temas sociales, políticos.
Entre amigos siempre fuimos de vivir en el Metro, en la calle, emborracharnos ir a fiestas, pero también nos gusta leer.
Todo lo anterior se fue volviendo parte de la experiencias que a través del punk expresamos.

--Mucha gente los ubica por sus canciones de corte político
--Pero no nada más hablamos de cosas políticas, también de las fiestas, amigos, del corazón o también de amor, pero muy al estilo De Nalgas. Siempre hay un tema diferente para hablar en las canciones.

--El punk es un género musical que por naturaleza es independiente, guerrero, alejado de lo comercial. ¿Cómo lo ven ustedes en México?
--Realmente nosotros no vemos una escena punk como tal en nuestro país. En los primeros festivales del Vive Latino quizás existía, pero ahora la gente como repito se deja llevar por modas, y las nuevas bandas en el rock proponen poco.
El punk, más que un género, nosotros lo vemos como una forma de vida, una forma de expresar el enojo ante la pobreza del país.

--En varias de sus canciones le cargan duro la mano a figuras de la política, incluyendo el presidente y su esposa. ¿Han enfrentado censura?
--Hemos tenido mucha, pero al mismo tiempo es un arma muy fuerte, porque entre más nos cierren las puertas, más nos ayudan a promovernos. Creo que en este siglo es tonto hacerlo, porque hay internet, todo se sabe.

-- Hace un par de años comenzaron a trabajar con Paco Ayala (integrante de Molotov), quien ha sido su productor. ¿Qué tanto cambió su sonido a partir de su incorporación?
--Ayala es muy sincero, si algo no le gusta nos los dice así, directo. Es un tipo muy crudo al momeno de hacer señalamientos. Al principio eso te "frikea" un poco, pero después de estos años, la amistad entre nosotros se ha fortalecido y sabemos que lo hace por nuestro bien,
Respecto al sonido, al principio las rolas se grababan como las sentíamos, pero con Paco obtuvimos una estructura más sólida. En este par de años con él, hemos aprendido mucho, a ser más profesionales.

SABER MÁS

Nuevo disco en puerta

El cuarteto ya está preparando lo que será su próximo material discográfico, en el que han trabajado durante casi un año. "Va a ser una producción minuciosa. La hemos manejado con pinzas, para que le guste a la gente y con la ayuda de Paco Ayala", adelanta Irving. El grupo promete interpretar al menos cuatro canciones de su próximo disco en el concierto que ofrecerán en el Corona Revolution Fest (Club Hípico Los Alamitos). La banda saltará al escenario de la Carpa Foro Independencia después de las 23:00 horas.

EL INFORMADOR / FRANCISCO GONZÁLEZ