Por amor al cine

GUADALAJARA,JALISCO.- La película Fecha de caducidad comienza hoy su rodaje con locaciones en Guadalajara, Tlajomulco y Tlaquepaque. Pero para poder decir esta noticia con una amplia sonrisa, Kenya Márquez, su directora, tuvo que esperar 10 años para que las “piezas” de este proyecto se acomodaran, entre ellas, tener la posibilidad de que sus actores elegidos, Damián Alcázar, Ana Ofelia Murguía y Martha Aura, entre otros, estuvieran disponibles.

Todo comenzó hace más de una década, en 1997, cuando Márquez trabajó con Alcázar en el cortometraje Cruz. Entonces, la semilla de una amistad entre ambos quedó sembrada y de ella nacerían varias colaboraciones.

En 2006, Kenya presentó Sin señas particulares, otro corto cuya trama sirvió para ser la génesis de Fecha de caducidad. Originalmente la idea es que el corto, donde toman parte Alcázar, Murguía, Aura y el actor Eduardo España, fuera el tráiler de la película, pero diversas ocupaciones y la falta de presupuesto lo impidieron, aunque eso no fue obstáculo para que Sin señas… ganara varios premios en diversos festivales.

Ahora, con todas las fichas disponibles en su lugar, Kenya Márquez gritará hoy por primera vez “¡Acción!”, aunque esto no significa para nada el final feliz a la historia detrás de este proyecto.

Una lucha diaria

Fecha de caducidad es una historia de amor, con una mezcla de humor negro y una pequeña reflexión social. Parte del elenco estuvo ayer adelantando los pormenores del rodaje y todos coincidieron, con la directora, que es un proyecto que nace con corazón, y sobre todo, pulmones, debido a la larga marcha que tuvo que recorrer previamente.
Ana Ofelia Murguía se mostró encantada y ansiosa por comenzar hoy con el rodaje, en un papel que define como extraordinario: El de una madre entregada que llegará hasta el final para encontrar a su hijo (encarnado por Lalo España).

Sentado a un lado, Alcázar sonríe al describir al pícaro bribón que le tocó interpretar, un hombre que vive, sueña y se arriesga con el día a día y que, según el propio histrión, tiene una infinita necesidad de amar, aunque a primera vista, no lo parece por el cinismo que destila.

La más emocionada era Martha Aura, actriz que llega al proyecto por una jugada maestra del destino. Su personaje, una secretaria forense, no aparece en el corto original de Sin señas particulares, por lo que tendrá que construir su personalidad e interacciones a partir de cero.

Esa sensación constructiva es la que tiene ahora Kenya, quien afirma entre risas que “no hago cine para que lo vea nada más mi familia en una sala, y que encima se quede dormida”. Con esto, deja claro que su bandera principal será agradar al público con una propuesta que salga de lo común, “por eso no se rueda en el Distrito Federal, sino en Guadalajara, que es una ciudad que tiene un montón de escenarios mágicos”.

Alma tapatía

Guadalajara es un lugar tatuado en el alma de Kenya Márquez. Por eso, ella acepta que no se imaginó rodar su opera prima en otro lugar que no fuera la Perla de Occidente. De paso alza la voz, y durante el encuentro con los medios no deja de advertir que “otras ciudades, como Monterrey, están haciendo cosas por incentivar la producción cinematográfica, y Guadalajara no se puede quedar atrás”.

Recuerda la importancia de crear fideicomisos donde el Gobierno Estatal funja como coproductor. “Con una producción sólida, el Gobierno no pierde su inversión, y la puede recuperar en cinco años”.

Márquez enumeró las bondades del cine, como la posibilidad de que una película “sea vista en todo el mundo y en todo momento. Hay cintas que se rodaron hace 100 años y se siguen viendo, no hay mejor tarjeta turística. Además de que da trabajo al crew de producción y en este caso, ayudará a varios alumnos de cine tapatíos a adquirir experiencia”.

Eso sí, pide de antemano comprensión a los tapatíos, “vamos a rodar algunas escenas en el Centro de la ciudad, a plena luz del día. Sé que puede ser un poco complicado porque puede que cerremos una calle por unos momentos, pero les pido a todos que aguantemos tantito”.

Los próximos siete días de rodaje en tierras jaliscienses serán como ver un sueño en construcción, y aunque el dinero va a ser un factor en contra (la propia Márquez explica que ahora mismo sigue faltándole capital a la película), Fecha de caducidad ya está más cerca de la pantalla.

El estreno se espera 2011, y para llegar a ese punto tan sólo hace falta paciencia, insistencia y sobre todo, mucho amor por el cine.