Piel de Jaguares, corazón de caifán

GUADALAJARA, JALISCO.- Hablar de Jaguares remite inevitablemente a Caifanes. La historia del segundo está atada a la del primero y ambas bandas han marcado la cara del rock mexicano durante casi 20 años.

Por eso, cualquier noticia de ellos es relevante. Jaguares, integrado por Saúl Hernández, César “Vampiro” López, Marco Rentería y Alfonso André presentan 45, un disco que sigue por el camino de la denuncia social y política pero también se da tiempo para cantarle a los sueños, la madurez y lo bizarro.

La senda que ha caminado la banda ha estado marcada por obstáculos. Dese la sonada disolución de Caifanes, pasando por los problemas de Saúl con la garganta y rematando con una dura batalla legal contra su antigua disquera. Dejando atrás este alud de complicaciones, Jaguares retoma su trayecto volviendo su rostro lejos de los problemas y lanzando un rugido al rock nacional.

Alfonso André, una de las piezas infaltables de Caifanes-Jaguares y reconocido baterista del medio, habla en exclusiva con EL INFORMADOR sobre las fuerzas que dieron vida a 45, la marca sonora que le imprimieron al material y las posibilidades de un reencuentro de Caifanes

¿Por qué Jaguares se toma tres años para lanzar este disco?

“En estos tres años no paramos de tocar en la gira y tuvimos que esperar a que se terminara. Entonces pudimos entrar a estudio en un proceso que resultó muy rápido, ya teníamos muchas ganas de tocar”.

¿A qué suena el nuevo disco, cuáles fueron sus fuentes de inspiración?

“Nos marcó mucho la salida tan difícil que tuvimos de la disquera anterior y la búsqueda de otra compañía para lanzar el material. El disco anterior tenía un sonido más tranquilo, ahora hay más potencia, me gusta como suena”.

¿Cómo suena?

“Es más concreto, no hay maquillaje ni paja aquí (risas). La batería quedó muy bien. Hay canciones que hablan de temas sociales y políticos, pero también están las que exploran otras temáticas”.

El nombre de Caifanes ha estado atrapado en una situación conflictiva. Recientemente Saúl ganó el juicio por los derechos del nombre y lo donó a una organización no gubernamental, incluso, dejó abierta la posibilidad de un reencuentro, ¿tú qué opinas?

“Si lo dijo él (Saúl) que bueno, ojalá se haga. La verdad es que yo tengo muchas ganas de tocar con Caifanes y revivir toda esa época, aunque realmente nunca lo dejamos, seguimos con Caifanes en el corazón. Quiero juntarme con los miembros originales, Sabo (Romo), Diego (Herrera), todos tocando ese material. Fue algo muy importante en mi formación”.

Con Caifanes les toca “abrir” muchos espacios al rock nacional, ¿Sientes que se aprovecharon?

“Creo que todavía se pueden ganar más, darle lugar a músicos muy buenos, propuestas muy padres que no encuentran una salida”.

¿Te prestarías, con Jaguares, a apoyar nuevos talentos?

“Sí lo hemos hecho, cuando podemos tratamos de que nos habrán conciertos y se conozca su trabajo. Creo que hay cosas que merecen ser escuchadas”.

¿Qué bandas te llaman ahora la atención?

“Hay un grupo que se llaman Los Fancy Free, son muy buenos; Troker también, no sé. Siempre que me preguntan cuáles me gustan, se me olvidan (risas)”.

Eres un tipo ocupado con varios proyectos a la vez, con Jaguares y La Barranca (grupo que también recién lanzó disco). ¿No sientes curiosidad por hacer algo en solitario?

“Siempre he sido un tipo al que le gusta hacer equipo. Los cuatro discos con La Barranca me han gustado, es otra parte de mi faceta musical, pero el tiempo de Jaguares consume mucha de mi atención”.

¿Te sientes satisfecho con la fama?
“No le encuentro chiste a la fama ni al reconocimiento, disfruto de un razonable anonimato. Generalmente a quien reconocen es al vocalista (Saúl Hernández), para mí es la mejor situación, poder hacer tu trabajo, vivir de él y conservar un poco de la vida normal, el poder salir la calle sin que suceda un alboroto”.

Por cierto
Jaguares tiene agendada una fecha en Guadalajara para el próximo 29 de noviembre en la Concha Acústica. De momento, no hay hora confirmada.