Pertenece el movimiento del 68 a la memoria colectiva: Taibo II

CIUDAD DE MÉXICO.- El movimiento estudiantil del 68 es memoria viva tanto para quienes lo vivieron como los que no, porque éstos conocen la historia tanto que la cuentan como si hubieran sido parte de ella, afirmó hoy aquí el escritor Paco Ignacio Taibo II.  

Durante la mesa redonda “Nuevos títulos del 68”, realizada en la XXX Feria Internacional del Libro del Palacio de Minería, el autor de un libro sobre el tema expuso que hay mucha gente que se le acerca para contarle situaciones que se vivieron entonces.  

“Lo más chistoso es que la persona que me la cuenta o las personas, para aquél año yo creo que tuvieron menos de cinco años, pero lo cuentan muy serios, y en ese sentido creo que tienen autoridad", dijo el autor de ”El 68”.  

En ese sentido, subrayó que el movimiento social de ese año no es propiedad de quienes participaron en él ni de la generación que lo vivió, sino de todo aquel que quiera apropiarse de él.  

“La memoria colectiva es propiedad de todos y todos tenemos derecho a apelar a ella, hacernos de ella y tomarla donde quiera que esté. Cualquiera de ustedes tiene autoridad para contarla mal, peor o mejor”, mencionó.  

Se refirió también a su libro ”El 68”, escrito hace varios años y comentó que de entonces para acá le ha agregado nuevos epílogos, cada vez que ha habido alguna nueva edición.  

"La historia que tenía que contar ya la conté, pero “¿por qué sigue vivo el movimiento del 68, en un país donde solo los fantasmas gozan de buena salud?”, se preguntó el escritor.  

Destacó que en su libro intentó recoger antes de que la memoria se agotara, las experiencias más vivas de un movimiento de 123 días que confrontó de manera frontal y directa al aparato del Estado mexicano, que lo puso a temblar y en esa misma medida lo reprimió.  

Momentos después leyó uno de los pasajes del libro "El 68", cuando tenía unos 17 años y esperaba a su amiga “La Quinta” y a otros compañeros en el Parque Hundido para comprar más papel. El lugar fue cercado por los granaderos.  

“Recuerdo que en esa ocasión “La Quinta” pasó por donde estaban los granaderos, pero ésta iba vestida de minifalda y entonces uno de ellos le puso la mano en su cuerpo y ésta le arrojó en el rostro un mango que venía comiendo.  

“En ese momento yo cerré los ojos y al abrirlos ella estaba por llegar a donde me encontraba, pero nunca hablamos de ese percance y ni ella lo comentó”, apuntó el escritor.