Pedro Damián vuelve a la carga

GUADALAJARA, JALISCO. Cuando muchos apenas van, Pedro Damián ya llegó. Es el tipo exitoso que, como el Rey Midas mitológico, va de proyecto en proyecto novelero convirtiendo los viejos cuentos de hadas en que se basan los melodramas en modernas máquinas generadoras de estrellas y sobre todo, de dinero.
Por eso, cuando le dicen que Niña de mi corazón, su siguiente proyecto, es un producto ya visto, él sonríe. No lo espantan los retos ni la críticas y por el contrario, defiende con argumentos a su elenco y al equipo de producción. Dice que lo que cuenta es el trato que se le da a la historia y promete de antemano un nuevo éxito, ¿y por qué alguien habría de dudar de su palabra? Después de todo, es el mismo hombre que tomó a unos cantantes sin brillo y actores primerizos para convertirlos en Rebelde, novela y concepto musical cuyo eco todavía resuena hasta hoy.

Entre tumultos y cambios
Cuando Pedro Damián accede a conversar con este diario está a la mitad de “la faena”. Las grabaciones de Niña de mi corazón van tomando ritmo. Paulina Goto y Erick Elías son los protagonistas de la historia, que se espera se convierta en el nuevo éxito juvenil de Televisa.

Sin embargo, los primeros días de grabación no podían ser más caóticos. Aunque la novela arranca transmisiones el 8 de marzo, cuando se supone estará soleado el clima, las primeras tomas se llevan a cabo en medio de una ola de frío y lluvia que azota a México. “Arrancamos con muchas ganas -ataja Damián vía telefónica- y el elenco se encuentra en gran forma, es un grupo del que me encuentro orgulloso”. Compuesto por Maribel Guardia, Arturo Peniche, Lorena Herrera y Polo Ortín, la novela buscó un equilibrio entre la experiencia y la juventud, aunque no deja de llamar la atención que el productor haya optado por una novata y desconocida Paulina Goto para el papel central. “Muchos me han preguntado ‘¿por qué ella?’, mi respuesta es ‘¿por qué no?’. En este trabajo hay que buscar siempre rostros nuevos y frescos para la televisión, y Paulina cumple con eso. Ella es parte de una nueva generación de valores y estrellas”.

La novela es un refrito de Mi pequeña traviesa, que también produjo Pedro Damián en la década de los noventa y que en su momento sirvió para catapultar la carrera de la actriz Michelle Vieth. El también director (una faceta que por cierto, dice extrañar) afirma que Niña de mi corazón no será una calca de Mi pequeña traviesa porque “son otros tiempos, para comenzar, la forma en que se comunican los chavos ha cambiado y eso tiene que ser reflejado y afecta a la trama, que no, no va a ser la misma. Tampoco se buscó un producto fácil que arrojar a la pantalla. Tendremos que reflejar, en la medida de lo posible, situaciones de la vida diaria”.

El arte de innovar
Tomarse un “tiempo libre” es un privilegio, si no es que un sueño guajiro, para alguien que produce televisión. Por eso, Pedro Damián ha convertido su nombre en un factor constante en Televisa en los últimos 10 años. “Sí, ha sido pesado, te deja poco tiempo para hacer otras cosas -reflexiona- por ejemplo, dirigir es algo que me gusta mucho, y espero hacerlo ocasionalmente en Niña de mi corazón, aunque claro, sé que mi trabajo está en un área distinta. Ambas son cosas que disfruto mucho”.
De actuar, ni hablar, es algo que prefiere dejar de lado, al menos por ahora, aunque ocasionalmente desempeña pequeños papeles en el cine. La llamada con Damián se acaba y se despide con amabilidad para seguir dirigiendo, llamando a actores y buscando nuevas locaciones. El trabajo no parece acabar para un hombre que ya fue y vino en muchos sentidos al mundo del éxito.

EL INFORMADOR / Juan Francisco González Rodríguez

Dirige, señala, apunta. Pedro Damián multiplica sus labores durante la grabación de los episodios de Niña de mi corazón, cuyos promocionales ya pueden verse en el Canal de las Estrellas. La novela tomará, a partir del 8 de marzo, el lugar que deje vacante Atrévete a soñar.