Martes, 26 de Noviembre 2024
Entretenimiento | Expone la inocencia infantil en pantalla

Paula Markovitch rompe las reglas

La realizadora presenta El premio en el FICM y afirma que la cinta permanece en constante evolución

Por: EL INFORMADOR

Paula Markovitch aspira a ganar el premio a Largometraje mexicano por la cinta que la regresó a su natal Argentina. ESPECIAL  /

Paula Markovitch aspira a ganar el premio a Largometraje mexicano por la cinta que la regresó a su natal Argentina. ESPECIAL /

MORELIA (20/OCT/2011).- Dicen los viejos conocedores de la industria del cine que hay dos cosas que deben evitar al máximo los directores: trabajar con niños y con animales. Pero a Paula Markovitch las viejas reglas parecen no interesarle demasiado, como lo plasmó en El premio, cinta que ya triunfó en el Festival Internacional de Cine de Berlín, Guadalajara y que ahora busca repetir en Morelia (FICM).

La directora y guionista argentina afincada en México lleva a la pantalla la historia de una pequeña niña de siete años llamada Cecilia, que vive oculta con su madre, Lucía, (la actriz Laura Agorreca) durante la época de la dictadura militar argentina (la década de los años setenta).

Cecilia no comprende por qué debe vivir entre carencias aunque las mentiras que debe contar sobre su origen le parecen divertidas. Sin embargo su madre vive al borde de los nervios debido a la compleja situación que enfrentan ambas.

Detrás de la película hay toda una historia de cómo Markovitch fue construyendo la producción, comenzando el drama que enfrentó para encontrar a la niña que sería protagonista de la historia. “Yo comencé dando un taller de actuación infantil en San Clemente del Tuyu, un pequeño pueblo al Sur de la provincia de Buenos Aires. Inicié a trabajar con los niños de una escuela y casi todos quedaron en la película haciendo diversos papeles”.

Sin embargo en el taller no encontró a la niña que tuviera la “chispa” para el papel protagónico, por lo que “un mes antes del rodaje comencé a desesperarme y las cosas se fueron poniendo peor, porque tres días previos antes de comenzar a trabajar, nomás no encontrábamos a nadie, entonces el equipo de producción y yo hicimos un último casting en una escuela y allí estaba al fin la actriz que buscábamos: Paula Galinelli”.

Mezclando la tristeza, la ira, la violencia y el miedo de los actores adultos con la inocencia y candidez de la protagonista infantil, la realizadora logró darle forma a El premio, producción que se ha convertido en una de las más aclamadas por la crítica y favorita para imponerse en la categoría de Largometraje mexicano.

Una de las curiosidades que presenta la cinta es que la versión que se presenta en Morelia tiene un final diferente al que se pudo apreciar en el Festival Internacional de Cine en Guadalajara.

Festiva y siempre con una palabra que compartir en el FICM, Paula habla con este medio sobre la experiencia que le dejó trabajar en este proyecto, además de dejar en claro que las reglas del cine se están escribiendo de nuevo en este siglo.

— Filmaste casi todo “El premio” en exteriores, en condiciones climáticas durísimas, mucho viento, ¿qué tan  difícil resultó?

— Fue extraordinario, y justamente lo que quería era trabajar así. Tuve conversaciones con otros productores que me proponían trabajar más contenido (dentro de foros), pero yo quería volver a vivir con ese viento con el que crecí de niña, aunque era más difícil en términos técnicos. Me generó una inspiración extraordinaria. En eso coincidimos plenamente el director de fotografía Wojciech Staron y yo, nos encanta a ambos trabajar en exteriores. Quiero agregar que Wojciech es, además de un fotógrafo extraordinario un camarógrafo extraordinario, corría atrás de las niñas con la cámara sin caerse y le salían perfectas las tomas (risas)”.

— ¿Fue complicado trabajar justamente con niños, depositando mucho del peso dramático en ellos y hasta con animales?

— (Risas) Con animales no sé, hay un perro en la película pero fue milagrosa su inclusión, porque ese perro (en la cinta se llama Jim) era el que andaba en la playa. De pronto se metió en una toma y se quedó en la película. Trabajar con niños fue un privilegio maravilloso. Yo no coincido con esa visión de que trabajar con niños es un problema, todo lo contrario, yo tuve muchos problemas con miles de otras cosas, con productores, distribuidores, los niños eran fuerza, confié en ellos y volvería a trabajar con ellos con toda la felicidad del mundo, son la belleza de la vida.

— En Guadalajara presentaste un final diferente de la película que ahora proyectas en Morelia, ¿sientes que ahora sí “El premio” es una obra acabada, o podrías seguir modificándola?

— Creo que algo está cambiando gracias a los nuevos formatos digitales. Antes, efectivamente, la obra se terminaba y no se movía más. Pero por ejemplo, en las obras de teatro muchas veces los directores y los autores las siguen trabajando a través de los diferentes años.

— ¿Y ese fenómeno se está viendo en las películas?

— Tal vez estamos ante una transformación en cómo vemos el cine gracias al formato digital. No diría que El premio es una obra terminada, simplemente hay una evolución artística a partir de que con los nuevos formatos la posproducción es más sencilla, entonces eso está cambiando. Me han preguntado que si tengo un problema con la película porque no la puedo dar por terminada, al contrario, la película está terminada, pero aun así sigue evolucionando, ahora se puede y creo que en el futuro las cosas van a cambiar mucho más.

EL INFORMADOR / Juan Francisco González Rodríguez

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Paula Markovitch anunció quetrabaja en “una nueva obra. Es un texto dramático para cine que quisiera hacer. Está basada en la vida de mi padre, que fue un pintor extraordinario. Quiero hablar de él”, señaló la escritora de cine y ahora directora.

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