Entretenimiento | Intensa. La odisea actoral de Víctor Trujillo Pasión al rojo vivo El montaje, que ha permanecido ocho meses en la Ciudad de México, visita la ciudad con dos funciones Por: EL INFORMADOR 20 de agosto de 2012 - 04:42 hs Alfonso Dosal y Víctor Trujillo dan vida a dos pintores que transitan el difícil camino del arte. EL UNIVERSAL / GUADALAJARA, JALISCO (20/AGO/2012).- “Tú nada más eres el empleado. El asunto aquí soy yo”, le grita Mark Rothko (Víctor Trujillo) a su discípulo, Ken (Alfonso Dosal), mientras sostienen una rijosa charla en el estudio del pintor expresionista. Rothko luce enojado al regresar de una exposición de arte moderno en Nueva York. Se quita el sombrero. Camina rápido y luego se sienta. Avizora el fin de su quehacer tras la llegada de los nuevos pintores que se acomodan en el gusto de la gente. El discípulo, solícito y sumiso, arma un bastidor. Recibe los regaños y continúa con su quehacer. Le dice al artista que su generación hizo lo mismo con los cubistas, con Picasso, con Dalí. Aguanta otro gruñido. La obra de teatro Rojo llegará al Teatro Diana el 25 de agosto con dos funciones. Escrita por el guionista estadounidense John Logan (El aviador, Gladiador, Un domingo cualquiera, entre otras) retrata la convivencia durante dos años entre el pintor expresionista Mark Rothko y su joven discípulo cuyo papel es interpretado por Alfonso Dosal. En la puesta en escena se explora la relación entre maestro y alumno; padre e hijo; amo y esclavo. La historia se ha hecho acreedora a seis premios Tony, dos premios Drama League y tres premios Drama Desk. Durante una entrevista con Carlos Loret de Mola, delgado y alegre, Víctor Trujillo dijo que él se dio a conocer profesionalmente con un quehacer que ha venido arrastrando con los años, por ejemplo el payaso Brozo; pero su origen es el teatro. “De pronto, yo estaba pensando hacer algo especial para mis 50 años, desde un viaje hasta una cena... Y llega esta obra. Y digo: ‘Este es el regalo de mis 50 años’. Cuando veo esa obra, cuando empiezo a leer y me empiezan a temblar las manos y veo al personaje, el tamaño de animal, digo: ‘Estos son los 50 años. Si algo ha valido la pena va a lucir, y si no ha valido la pena se va a notar estrepitosamente’”. El aprendizaje detrás del reto El también periodista aseguró que meterse en las entrañas del personaje le significó algo parecido al estudio de un diplomado, ya que Rothko era un hombre con demonios adentro, culto e intelectual como pocos, que sufría de graves problemas mentales. Agregó que la directora, Lorena Maza, logró meter a ambos actores a “ese infierno” de aguas hirvientes. Dijo que tuvo que hacer el trabajo sin que le hiciera daño, sino al contrario, tomándolo como un aprendizaje. Rojo hace hincapié en el poder corruptor del mercado sobre el arte. En la encrucijada de Rothko ve que sus cuadros, llenos de ideas y ponzoña que el grueso del público no puede comprender, ahora serán comprados y algunos descansarán en las paredes de un restaurante. El artista se pregunta cómo va a vender su obra, su compromiso, su ser y su significado. El arte moderno en ese momento significa la humillación. En entrevista con este medio, Guillermo Wiechers, productor de la obra junto con Juan Torres, afirmó que la puesta en escena les interesó desde hace tres años que se estrenó en Londres, cuyo papel principal fue interpretado por el actor Alfred Molina. “Nosotros que nos dedicamos a esto del teatro de toda la vida, sabemos que cuando una celebridad de esta magnitud reserva un espacio en su agenda para dejar de filmar cine de Hollywood, seis meses, es porque algo bueno tendrá esa obra como para hacer una pausa en una carrera cinematográfica tan destacada. Pedimos el libreto y obviamente nos hizo clic enseguida”. Aseguró que cuando llamaron a Víctor Trujillo para tomar el papel principal, su primera impresión fue que la historia hablaba con cierta crueldad sobre los artistas que hoy día son grandes figuras y el momento de su declive profesional, ya que empieza a asomarse una nueva generación dotada de talento e ideas frescas. El proyecto comenzó con una temporada de 10 semanas en el Distrito Federal, pero al ver la respuesta tan favorable del público, se extendió hasta ocho meses y medio. Sin embargo, Wiechers también festejó el trabajo de Alfonso Dosal, a quien calificó como un actor que se hizo popular a través de la telenovela Para volver a amar y cuya carrera se está haciendo de un prestigio que no tienen muchas figuras jóvenes del país. “Le implicó meses de preparación para aprender a armar bastidores en escena y a hacer la mezcla de la pintura frente al público y pintar un lienzo de dos metros cuadrados en cuestión de 70 segundos. A los dos actores les sedujo la posibilidad de tener tareas escénicas complicadas y al mismo tiempo decir el texto con toda naturalidad”. Calidad y variedad en México El productor comentó que la oferta de la cartelera teatral del país cubre las necesidades de todos los nichos de mercado interesado en acudir a un espectáculo que se representa en vivo: “Creo que todos los géneros deben de permitirse siempre y cuando cumplan con su fin. Hay obras que abiertamente anuncian que van a entretener. Hay otras que prometen conmover y no sucede, y hay otras, como en ésta, en donde advertimos al público que la gente va a salir transformada”. Productor, junto con Juan Torres, de 15 obras de teatro que incluye Godspell, que se presentó en Broadway, Wiechers enfatizó el planteamiento de la directora de Rojo, porque toma como punto de partida una historia que no sólo retrate la vida de Rothko, sino que abraza al artista y su creación, en este caso de un artista que conoció el éxito y por sus trastornos mentales no estaba satisfecho. Destacó que la obra camina en dos sentidos con dos personajes que trayectorias distintas: Rothko va del rojo al negro, del clímax como artista al suicidio; y Ken, el discípulo, va del negro al rojo, de la ignorancia a su descubrimiento como pintor. Agregó que él está convencido de que Trujillo es un “animal teatral” bien formado, que entiende de trayectorias y jerarquías dentro de ese ambiente. “Es un hombre capaz de decir los textos más densos haciéndolos comprensibles y logrando conmover al público”. Por último, agregó que los tapatíos que decidan asistir a la obra verán a dos hombres que dejan el alma en el escenario, hablando con mucha honestidad en un montaje que no le pide nada a las versiones que se ofrecieron en Inglaterra y Estados Unidos en términos de dirección, escenografía, vestuario. EL DATOEl quehacer del actor Para poder empaparse del personaje, Trujillo viajó a la capilla de Rothko, en Houston, Texas, para admirar los últimos cuadros en negro de Mark Rothko, por lo cual le pareció que su personalidad era muy interesante, misteriosa y entrañable, al que el actor calificó como un hombre depresivo y que finalmente se arrebató la vida justo cuando en todos los museos querían su obra. En el caso de Ken, Alfonso Dosal disputó el personaje con otros 17 actores. En primera instancia se pensó en nombres más conocidos, pero se apostó por la intensidad del actor en el esdcenario. FRASE "Cuando una obra promete y cumple esa capacidad transformadora del teatro sobre los espectadores, estamos del otro lado" Guillermo Wiechers, productor. Rojo / Teatro Diana / Sábado 25 de agosto / Funciones: 18:00 y 20:45 horas / Boletos: De 250 a 550 pesos Temas Teatro Teatro Diana Víctor Trujillo Lee También ¿A cuál concierto vamos, Guadalajara? 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