Ovacionan filme mexicano en San Sebastián

MADRID, ESPAÑA (18/SEP/2010).- La película "A tiro de piedra", del director mexicano Sebastián Hiriart, fue presentada hoy en el Festival de Cine de San Sebastián con una gran ovación, dentro de la competición Horizontes Latinos.  

En el emblemático espacio del Kursaal, Hiriart, acompañado de su hermana Ximena, productora de la película, presentó su trabajo ante un público que lo felicitó y le hizo muchas preguntas acerca del filme.  

"A tiro de piedra" narra la historia de "Jacinto Medina", de 21 años, quien aburrido de su vida como pastor en el norte de México, encuentra un llavero en el suelo. Viéndolo como una señal, emprenderá un viaje que lo hará recorrer miles de kilómetros.  

Para Hiriart, el mensaje principal de su película, en la que el protagonista hace todo lo posible por llegar a Oregon, Estados Unidos, tras descubrir en el llavero una inscripción de ese sitio, "es el paso de niño a adulto, el proceso de la madurez".  

El largometraje "está basado en muchas cosas, en momentos de mi infancia, de mi juventud; en el cuento de las 'Mil y una noches': 'El hombre que soñó' y en que a lo largo de su viaje va pasando cosas a las que no está acostumbrado", dijo.  

Explicó que el rodaje, en el que el protagonista es "Gabino Rodríguez", no fue algo típico, pues "trazamos la ruta y sabíamos lo que iba a seguir sucediendo, pero no teníamos nada definido, llegábamos a las localizaciones y buscábamos quién iba a hacer el papel".  

Sobre el rodaje, que duró nueve semanas, el cineasta indicó que nada estaba totalmente determinado, "cualquier conversación podía disparar una idea".  

Respecto a su papel, Jacinto Medina anotó que se planteó un personaje sencillo, "pues en lo personal soy sencillo", y que le fuera bien, pues a pesar de haber llegado a Oregon, Estados Unidos, por sí solo, su ignorancia, su sencillez, su manera de ver el mundo, le permiten ir encontrando el camino.  

Descartó que el regreso de Jacinto a su ranchito en San Luis Potosí, sea un fracaso. "El, al volver, ya no es el mismo, sigue su viaje, pero ha madurado", abundó.  

Con respecto al proceso para rodar la película, Hiriart compartió que estuvo lleno de anécdotas interesantes. "No pagué a mis actores, por ejemplo, e incluso decidí a quienes iban a ser mis actores al llegar a cada locación.  

"Además, el cine generalmente tiende a ser un anfitrión, y en este caso, nosotros éramos invitados por los actores a comer, a dormir en sus casas, fueron experiencias interesantes", dijo.  

Relató que al rodar en Chihuahua, en medio de una tormenta de polvo, fueron detenidos por un retén policíaco, "incluso nos llevaron con el comandante".  

Por último, Hiriart dijo que "resultó que ese comandante era quizá el único policía que había estudiado cine, y no sólo nos apoyó, sino que llamó a unas chicas policías para que nos ayudaran a conseguir las locaciones. Todo estuvo lleno de historias".