Óscar López no es chico pop

MÉXICO.- Óscar López lo platica con ese acento sudamericano que suele enfurecer a los patrioteros: “Yo he rodado con Judas Priest y con Iron Maiden. En los 90 ya había girado con Peter Gabriel y en los 80 produje Rock en tu idioma cuando firmé grupos como Maldita Vecindad, Los Amantes de Lola y Caifanes.

Y como en toda biografía, este lado luminoso tiene su contraparte. Alfonso Figueroa, bajista de Santa Sabina, reveló alguna vez a un diario de izquierda: “En la compañía anterior, BMG, en donde trabaja el mochaorejas de la música, que se llama Óscar López, hace seis años íbamos a firmar un contrato con él, pero nos quería modificar para ser un grupo pop y nosotros no aceptamos. Nos dijo: “Yo lo que quiero es hacer billetes. No me interesa mucho la cuestión cultural ni la artística, ¿Le entran? Y gracias al azar y al señor, nos dio la oportunidad de decirle que no y de largarnos de BMG”.

El propio Óscar López sabe que su vida ha transcurrido entre azarosa y turbulenta. Con la autoridad que le concede ser dueño de sus propias anécdotas, platica de su ruptura con Caifanes, luego de haberlos descubierto para lanzarlos al mercado masivo de la venta de discos.

Antes, un preámbulo: “Esto que te voy a decir se lo puedes preguntar a Saúl (Hernández). Creo que nunca lo ha dicho, pero tengo con él un trato de que siempre hablaremos con la verdad”.
En seguida, la historia: “Amo el primer disco de Caifanes. Pero me acuerdo que Saúl quería que (Alejandro) Marcovich fuera el quinto integrante de la banda en la foto de la portada. Yo no lo admitía. Le decía que tenía que esperar por lo menos otros dos discos. No estaba de acuerdo con que Marcovich estuviera tocando un día con Caifanes y otro con Laureano Brizuela”.

Esa controversia terminó con Marcovich en la foto de la contraportada. Saúl se empeñó en considerarlo el quinto integrante de la banda y a partir de entonces, algo se rompió en su relación con López: “Me enojé mucho con ellos... y mira ahora que Marcovich terminó robándole el nombre; ya se lo había dicho “no puede haber un argentino en la banda, ya me tienes a mí”.

Oscar López también fue productor (y amigo) de Charly García, quien incluso le dedicó un par de versos en una canción sobre motocicletas.
Porque sucede que López es aficionado a la velocidad igual que al rock. Además de conciertos, también ha organizado carreras de motocross, es aficionado a los autos Jaguar y a esas motos que aceleran sin frenos ni cajas de velocidad.

López no sólo ha vivido de ideales. Acorde con aquella frase que le achaca Poncho Figueroa, tuvo una época en que produjo artistas por encargo: José José, Mijares, Thalía. “Nunca lo había hecho, descubría una banda y la producía (es más: yo pagaba el disco). Pero un día la vida me puso a José José en el camino... y me pagaban bien por hacer sus discos, los de Mijares y Thalía”.
De esa experiencia, la de José José resultó la más enriquecedora: “tenía tanto miedo de José... ¡él era El Príncipe! No podía hacer una cagada porque iban a decir: “este argentino vino a hacer un destrozo”. Para entender a José, yo viví siete meses con él, literalmente viví con él. Ahí entendí lo que era México”.
“Ahora —remata—, yo soy mexicano. Llevo dos matrimonios mexicanos y me siento integrado en su cultura”. SUN AGP 29/03/08