Ofrece José Emilio Pacheco Poemas inéditos en el Zócalo capitalino

CIUDAD DE MÉXICO.- El poeta y ensayista mexicano José Emilio Pacheco, considerado como uno de los bardos trascendentales del siglo XX de su país, dio hoy un pequeño adelanto de lo que será su próximo libro.

Los asistentes al Foro "Víctor Hugo Rascón Banda", de la Octava Feria del Libro en el Zócalo, escucharon de la propia voz de Pacheco sus versos más recientes.

Se trata de material nuevo, dijo el vate, quien no quiso hacer una lectura convencional en el Zócalo, ante un auditorio de cerca de 500 personas, que acudieron emocionados a escucharlo. "El libro --bromeó-- es muy grande, pero en el sentido de páginas, no de grandeza poética".

El autor también compartió algunos de los posibles títulos que está estudiando para el volumen: "El mar no tiene dioses", "Como la lluvia" y "Los días que no se nombran".

Pacheco estuvo acompañado por el escritor Paco Ignacio Taibo II, quien lo asistió durante su lectura y acompañó para hacerlo sentir más tranquilo ante el "pánico escénico" que algunas veces invade al bardo, bien conocido porque no le gustan los reflectores.

Antes de iniciar, Pacheco dedicó la lectura a la memoria de Alejandro Aura, "quien fue el primero al que se le ocurrió usar la plancha del Zócalo para actividades culturales", así como al poeta Enrique González Rojo, en su 80 aniversario de vida.

"En cuanto se aburran se pueden parar e irse, yo no me molesto. Yo siempre me pongo en el lugar de los sentados, porque a veces uno se pone a leer y leer porque le gusta escucharse a uno mismo, pero ¨cuántas veces los que están del otro lado no se preguntan cuándo terminará este tipo?

"Me invitaron recientemente a un congreso del poesía y eran sesiones de todo el día. Ahí me di cuenta de que las palabras más hermosas en un congreso de poesía son: 'y ahora para terminar", continuó bromeando.

Asimismo aprovechó la oportunidad para recordar que hace 50 años, el 28 de octubre de 1958, salió su primer libro "La sangre de Medusa", así que considero su presencia en la Feria del Libro del Zócalo como una pequeña celebración. También agradeció a su esposa, Cristina Pacheco, su asistencia a escucharlo en una lectura de poesía, algo que aseguró, no había sucedido antes.

Y entonces inició con su lectura. Recitó "La extrañeza", "Los días que no se nombran", "Mortandad", "El rap del salmón", "La morgue", "El canal de la nada", "Literatura y realidad", El Mañana" y "Mis tristes capitanes", entre muchos otros poemas que para no ser interrumpido y leer más, pidió que no fueran aplaudidos, sino hasta el final.

Al finalizar, José Emilio Pacheco aceptó firmar todos los libros que la gente le acercara, tarea que le llevó más de una hora y que con amabilidad y sonrisas de agradecimiento llevó a cabo.