Obama destacó cómo desde sus humildes orígenes, hijo de un trabajador agrícola nacido en una plantación de algodón en Misisipi, Riley B. King -su nombre de pila-, pasó a convertirse en un embajador que compartió su ritmo musical, característico de la melodía estadounidense, no sólo alrededor de su país, sino en todo el mundo. El presidente considera que nadie puede comparar su desempeño con el de B.B.: "Nadie inspiró a más artistas, nuevos y formados. Nadie hizo tanto para diseminar el evangelio del blues", dijo.Hace tres años, B.B King fue invitado a participar en un concierto de blues en la Casa Blanca, y Obama recordó la ocasión haciendo notar el contagio que provocaron sus notas musicales entre los asistentes, incluyéndolo a él."No me esperaba que me convencerían para cantar algunas líneas de 'Sweet Home Chicago' con B.B. al final de la noche, pero ese era el tipo de efecto que tenía su música y aún lo tiene", refirió en mandatario.Obama dijo que la música de B.B. King es contagiosa y se queda grabada en tu cabeza, te invita a bailar y a atreverte a hacer cosas que normalmente no harías, pero que disfrutas."B.B. se ha ido, pero esa emoción se quedará con nosotros para siempre, y está noche habrá una mortal sesión de blues en los cielos", dijo aludiendo al tema "The thrill is gone" (La emoción se ha ido), quizá uno de los mayores éxitos en su carrera musical.