OV7 pondrá a bailar a la generación 'Shabadabada'

GUADALAJARA, JALISCO (26/NOV/2014).- Miles de tapatíos con los nervios a flor de piel acudieron a despedirlos.  Grupos de amigas, parejas de novios e incluso niños acompañados de sus padres acudieron a la cita en la Plaza de Toros.  Llevaban banderines con la fotografía de los siete integrantes y pancartas en las que expresaban su  idolatría, habían crecido escuchando sus temas e imitando sus coreografías.
 
Los asistentes cantaron con emoción las canciones más emblemáticas: “Te quiero tanto, tanto”, “Vuela más alto”, “Enloquéceme” o “Calendario de Amor”.
 
“No me voy, si me abrazas a tu corazón por siempre” dijeron los OV7 antes de bajarse del escenario aquella tarde de hace más de diez años; y los fans no los dejaron ir.
 
Ese concierto es atesorado por el grupo como uno de los más emotivos de su carrera, cuenta Óscar Schwebel. “Tampoco se nos olvida que la primera gira que hicimos fue en Guadalajara, tenemos recuerdos  increíbles. Siempre  hemos dicho que para nosotros es una segunda casa”.
 
El artista explica que desde que la agrupación volvió a juntarse en 2010 han vivido otros momentos muy delirantes en la ciudad, por lo que están felices de volver para celebrar sus 25 años de carrera este 28 de noviembre en el Auditorio Telmex.
 
“Será un show muy noventero, de mucha adrenalina, muchas coreografías, mucho baile, va a ser un concierto en el que la gente se la puede pasar muy bien”, asevera el también compositor.
 
Asimismo, adelanta que ofrecerán un espectáculo con un recorrido desde que eran la Onda Vaselina. “Le hemos preguntado a la gente en redes sociales sobre las canciones que quieren que cantemos”.

Un OV7 distinto

De los siete integrantes que les dijeron adiós a los tapatíos en la Plaza de Toros ya sólo quedan cinco: Lidia Ávila, Mariana Ochoa, Érika Zaba, Ari Borovoy y Óscar Schwebel; sin los hermanos Kalimba y M´balia Marichal.
 
Óscar Schwebel dice que durante esos más de diez años les han pasado muchas cosas que los han hecho crecer y aprender, lo que los ha convertido en artistas completamente diferentes.
 
“Los tropezones al final te dan sabiduría y enseñan. Somos otras personas y artistas, hemos crecido. Somos personas adultas con hijos, con familia, estamos haciendo las cosas desde otro lugar y punto de vista”.
 
Schwebel asegura que la experiencia les ha dado más madurez, por lo que la convivencia entre ellos está mejor que nunca, siendo el programa de televisión Plan B la prueba de ello, ya que se trata de lo que hace OV7 afuera del escenario.  “También tenemos otros sueños aparte de lo artístico, todo lo podemos hacer nada más es cuestión de organizarnos”.
 
En su caso particular, dice que aunque le gusta mucho estar en el escenario, pero sabe que eso tiene una caducidad, por lo que su futuro está en la producción y la composición. Incluso tiene planeado abrir una empresa para nuevos artistas.
 
Cuando el proyecto con el grupo estuvo en pausa, Schwebel trabajó en una compañía discográfica en donde su labor era precisamente la de descubrir talentos, como a Sofi Mayen.
 
“Me tocó que llegó con su guitarra y cuando empezó a cantar todos los directivos nos quedamos con la boca abierta. Es muy satisfactorio descubrir a alguien y de pronto ver que su sueño se materializa, es algo muy padre”.

Gira en puerta junto a Kabah

Hace dos décadas, OV7 y Kabah eran grupos que en cierta manera competían.   Los fanáticos que los seguían decían que no te podían gustar los dos, o te gustaba uno o el otro. Por eso fue una gran sorpresa cuando anunciaron que realizarían una gira conjunta en 2015 por varias ciudades del país.
 
Schwebel explica que OV7 invitó a Kabah a un "show" en la Ciudad de México y fue la reacción de la gente lo que los orilló a planear algo. “Nos empezaron a pedir en redes que hiciéramos algo juntos, después le dimos más forma a la idea y dijimos 'va'. Se compaginaron bien los tiempos de todos”.
 
Acerca de aquella supuesta enemistad, Óscar acepta que en cierta manera existía, pero solamente arriba de los escenarios, ya que eran grupos mixtos, vocal coreográficos, que solían tener mucho éxito en la radio.
 
“Entonces era una especie de batalla, de 'hit' noventeros y había una rivalidad profesional, la verdad que muy benéfica para ambos grupos, que nos obligaba a hacer mejores canciones, coreografías y propuestas”.
 
Sin embargo, enfatiza que en el aspecto personal siempre han mantenido una gran amistad. “Ojalá que la gente  disfrute tanto como nosotros un encuentro de dos grupos de los noventa”.
 
Sobre el futuro de OV7 después de la gira, Óscar dice que los proyectos que tienen son a corto plazo y que han aprendido que no es bueno planear.
 
“Nos gusta concentrarnos en lo que estamos haciendo. No nos gusta especular, no sabemos qué es lo que viene. Pensamos en el aquí y el ahora y no fantaseamos con algo que no existe”.