Noel Schajris llenará de romance el Diana

GUADALAJARA, JALISCO (10/NOV/2011).- Llegar al cálido clima de México desde la gélida Argentina dejó estragos en la voz de Noel Schajris, pues además de haber enfatizado su acento argentino, está ronco. Va por la segunda taza de té de manzanilla que endulza con una cucharada de miel, mientras espera que el remedio mitigue un poco su garganta.

El cantautor luce tranquilo, sereno. En las cinco ciudades que visitó de su país natal como parte de su gira tuvo oportunidad de saludar a los suyos y de seguir cosechando ovaciones, ahora que se presenta como “el güerito de apellido raro que cantaba en Sin Bandera”.

Sabe lo que es empezar de cero, una vez que dijo adiós al dueto que hizo con Leonel García, Sin Bandera, se lanzó al vacío, una corazonada le dijo que había que comenzar a abrir un  nuevo umbral musical, con su propio estilo, con su propio nombre, pese a todos los riesgos.

Así lo hizo y ahora comienza a gozar la gloria del éxito que labró en solitario, como Noel Schajris, y de ese nombre se han desprendido las placas Uno más uno, de su autoría, y Grandes canciones, el más reciente, que ahora lo mantiene errante en el continente para presentar canciones suyas y apropiadas.

Ahora es el turno de conquistar Guadalajara, mañana estará en el Teatro Diana, y sabe el reto al que se enfrenta, está nervioso y emocionado, pero también seguro de que será el primer concierto de muchos que traerá a la ciudad como solista.

Uno de sus más importantes aprendizajes en su nueva etapa ha sido quitarle las etiquetas a las canciones, ahora no le importa no haber compuesto una pieza famosa que le gusta o no interpretar uno de los éxitos de Sin Bandera, pues tiene claro que si son temas que a la gente le emocionan, entonces los hace suyos y les imprime su estilo.

“Sólo son canciones de las que he sido parte, de la manera que sea, y las canto. Ya aprendí a sentir cómo siente la gente, para la gente son canciones, al fin del día”, sin etiquetas ni marcas.

Y es justamente lo que hizo con Grandes canciones, que ahora está a la espera de recibir el Disco de Platino en México, por sus altas ventas a sólo seis meses de haber salido al mercado.

En su breve visita a Guadalajara, Noel se sentó en un restaurante a conversar con este medio sobre su nueva etapa como solista, su gira y su posible reencuentro con la banda que le abrió un lugar en la música y en el público, Sin Bandera.

— ¿Cuáles han sido las sorpresas que te ha regalado el disco “Grandes canciones”?

—  Me confirmó una vez más que la mayoría de la gente se emociona con la música y no está pensando quién la escribió, quién hizo el arreglo, simplemente se emociona o no se emociona y si se emociona compra el disco y dice “¡qué padre!”, porque son canciones que recuerdan, y es una especie de revivir un recuerdo, traerlo de vuelta, es muy padre cuando un artista que admiras canta una canción que te gusta, aunque no sea de ese artista, eso es lo que me ha enseñado este proyecto y seguiré componiendo, porque es lo que más amo y mi prioridad en la vida es seguir como cantautor.

— A la distancia, ¿consideras que dejar Sin Bandera ha sido positivo?

— Mmm… La marca era Sin Bandera, me acuerdo que no sabían quién era Noel y quién Leonel, era el gordito y el güerito, así nos reconocían, entonces en estos últimos años la gente tuvo que aprender que me llamo Noel, Noel Schajris, para colmo (ríe).

—  ¿Te generaba incertidumbre actuar en solitario?

— No tuve miedo a perder lo que tenía, simplemente el misterio era la incertidumbre, pero me entregué, me tiré al vacío, me tiré con todo, con ganas, sabiendo que era muy probable que cayera sobre algo blando, pero me tiré a la alberca esperando que el agua estuviera tibia y gracias a Dios la gente se encargó de calentarla. Ése es otro aprendizaje en mi vida: sigue tu corazón y no te puede ir mal.

— ¿Extrañas Sin Bandera?, porque era un grupo que causó sensación en su tiempo.

— Generamos un proyecto que creo que abrió un camino en la balada y en la música romántica latinoamericana, y lo digo con mucha humildad y con mucho orgullo y felicidad. No extraño nada, nada, estoy muy feliz, valoro enormemente lo que vivimos, no estaría aquí sin eso, sigo cantando esas canciones con la mayor de las pasiones, me emociona mucho que la gente siga manteniendo vivas esas canciones como si estuviéramos todavía girando y ojalá sea así toda  la vida, pero no extraño eso.

— ¿Qué tan cierto es que hay posibilidad de un resurgimiento de Sin Bandera?

— Por ahora no, no sé, lo que pasa es que me habían preguntado y yo dije siete años por contestar algo, y a partir de ahí dijeron ‘se reencuentran’, y es algo que ni estamos platicando ni está en los planes, yo asumo que en algún momento estaría bueno, sería divertido hacer un disco nuevo, no cantar los viejos éxitos, ¿por qué no?

— Hay muchos músicos que tienen proyectos paralelos, no necesariamente tienen que casarse con una banda.

— ¡Claro!, de hecho me hubiera encantado plantearlo así, sin tanta gira de despedida pero bueno, se dio así, la gente nos quería ver de vuelta, nos quería mucho y dijimos bueno “hagamos la gira de despedida”, pero hubiera estado bueno sin tanta alharaca.

— Se puede decir que la puerta en este momento está emparejada…

— Sí, no está cerrada, si se reunieron los Caifanes que tenían serios problemas ¿por qué nosotros no? con Leonel está todo bien, a él lo veo feliz con su camino, yo estoy feliz con el mío, es muy pronto, son tres años nomás.

— Mientras eso pasa ¿qué estás planeando como Noel?

— Estoy preparando el disco para el año que viene, esa siempre va a ser la prioridad, estoy componiendo, no tengo idea de cómo va a terminar siendo el disco, tengo una visión, pero siempre me sorprende la vida.

— ¿Con quiénes, además de Noel, te gustaría trabajar y todavía no se ha dado la oportunidad?

— Uf, muchos, desde John Mayer, Alicia Keys, pasando por Bruno Mars, Ely Guerra, con (Alejandro) Sanz canté en Viña, me encantaría hacer algo con él, lo admiro mucho.

— Si pudieras armar una revolución ¿por qué sería?

— Está ocurriendo, no la tengo que armar yo, más de 900 ciudades simultáneamente vivieron marchas con gente que ya dice basta al robo sistemático de las corporaciones, del sistema empresarial económico de este mundo, me uno a esa lucha y a la de los estudiantes en Chile, porque tienen que empeñar su vida para estudiar, es una locura.

Noel Schajris / 11 de noviembre, 20:30 horas / Teatro Diana / Boletos de 200 a 580 pesos