Noche de homenajes en el Teatro Degollado

GUADALAJARA, JALISCO (19/NOV/2011).- “Nunca me he sentido un gran actor, para nada, soy un actor, para eso nací y así me quiero morir: actuando hasta el final de mi vida como Jorge (Lavat), ése es mi destino y ojalá tenga muchos años de vida todavía”.

Ésa es la postura con la que Eric del Castillo recibió la noche del viernes un homenaje por su aportación al arte dramático mexicano en el transcurso de sus 56 años de carrera, de la que se desprenden más de 300 películas, casi 100 telenovelas y más de 40 obras de teatro.

La distinción tuvo lugar en el Teatro Degollado como parte del séptimo Festival Internacional de Cine Tercer Milenio, que concluyó en ese mismo evento de gala, donde también se realizaron homenajes póstumos al recién fallecido Jorge Lavat y a la jalisciense Esther Fernández.

Pero antes de las semblanzas de los tres grandes del cine y televisión mexicanos, los asistentes fueron testigos de la premiere de la más reciente película protagonizada por Del Castillo, Espíritu de triunfo, dirigida por Miguel Rico.

Apoyo familiar incondicional

Cuando Eric tomó en sus manos el trofeo Sphera de Luz, que lo distingue por su destacada carrera, lo alzó y besó emotivamente, y antes de articular una sola palabra de agradecimiento le ganaron el turno desde las butacas: “´¡Ése es mi viejo!”, gritó desenfrenada su esposa, quien recibió de regreso la frase, “¡ésa es mi vieja!”.

“Quiero dedicar este trofeo a la familia en general, a nuestros papás, nuestros hijos, esposas, primos, hermanos, porque es lo que más vale en la vida: la familia”, externó enseguida, y recordó también que durante su carrera nunca aceptó trabajos que lo denigraran como persona, ya que dijo haber buscado proyectos que fomentaran los valores humanos.

“Es indispensable hacer películas de valores, de la unión de la familia, el matrimonio, todo eso me llena de una profunda satisfacción en mi carrera porque entonces me digo ‘sí me lo merezco’ (el reconocimiento), pues también me he preocupado mucho a lo largo de mi carrera de hacer el bien como actor”.

El recuerdo de Jorge Lavat

La ceremonia de gala no sólo contó con la presencia de Eric del Castillo y su esposa, sino también de Queta Lavat y Rebeca Manríquez, hermana y viuda de Jorge Lavat,respectivamente, otro de los homenajeados esa noche. Se mostraron contentas por la distinción y a la vez sensibles, pues aún no logran superar la pérdida del actor.

“Él disfrutaba mucho todos los reconocimientos, los homenajes, disfrutó mucho el éxito enorme que tuvo con El Estudiante, fue algo inusitado porque hace mucho no había una película de esa dimensión”, contó su hermana, “murió en un momento precioso para él haciendo Ella y el candidato (su última película), se murió muy contento, en un momento en el que le faltaba mucho, pero Dios dispuso”.

Luego, Manríquez tomó la palabra: “Él opinaba que el mejor reconocimiento era el del público en la calle, la felicitación del público, su abrazo y su cariño, pero siempre eran bienvenidos los premios, decía que son una caricia para el ego”.

“Le pedimos a Dios mucha fortaleza, que nos enseñe qué es lo que sigue y (estamos) contentas por este tipo de cosas”, continuó con un la voz resquebrajada.

Por su parte, Del Castillo lo recordó con mucha admiración y le agradeció el impulso que le dio en su tiempo para dedicarse tan entregadamente a las telenovelas. “Fue un gran compañero, siempre lo vi sonriente”, evocó.

Aunque ha visto adelantarse a sus amigos y tiene ya una carrera que habla por sí sola, Del Castillo goza de salud, ánimo, humor y entusiasmo por seguir trabajando en el cine y en las telenovelas, justo donde se encuentra rodando actualmente y seguirá hasta mediados del año siguiente, “carambas, pues, ¿qué más puedo pedir?”, dice sonriente.


''Es indispensable hacer películas de valores, de la unión de la familia, el matrimonio, todo eso me llena de una profunda satisfacción.''
Eric del Castillo