Nicolas Cage defiende ''Temporada de brujas''

LOS ÁNGELES, ESTADOS UNIDOS (25/ENE/2011).- La película de suspenso sobrenatural Temporada de brujas, ambientada en la Europa del Siglo XIV que se vio sacudida por una plaga, llega a los cines mexicanos con una serie de críticas al trabajo de Nicolas Cage, en un drama de época con tintes de ficción poco habitual en la carrera del actor.

La historia llega después de Enemigo interno, el drama policial de Werner Herzog en el que Cage interpretó el tipo de rol que lo hizo famoso: un personaje emocionalmente intenso y algo trastornado.

Sobre Temporada de brujas, el actor aseguró que es un gran fanático de la Edad Media y los temas referentes a la hechicería: “cuando vivía en California mi padre me hizo un castillo de madera y recuerdo que allí entré mucho en contacto con mi imaginación, era hechicero o caballero, y debido al castillo mi mente automáticamente iba hacia cosas medievales”.

Otra razón para aceptar el rol del caballero Behmen fue el cambio de escenario con respecto a los sofocantes interiores de Luisiana de Enemigo interno.

Temporada de brujas llevó al elenco y al equipo a Hungría y a los Alpes austríacos, lo que convirtió a la película en una de las producciones más caras del último año, aunque sin suerte hasta ahora en la taquilla.

Lleno de misterio

Nicolas Cage y su coprotagonista Ron Perlman, famoso por encarnar a Hellboy del tapatío Guillermo el Toro, pasan gran parte del tiempo en pantalla a caballo, llevando a una joven sospechosa de ser una bruja y la causa de la plaga, a un remoto monasterio donde transcurre la acción.

La película, dirigida por Dominic Sena, es una combinación de varios géneros: road movie, película de amigos, thriller sobrenatural y drama de época.
Los críticos están en la duda de si será un éxito o un fracaso para un actor que divide a las audiencias y exaspera hasta a sus seguidores más leales.

Tropezón

Nicolas Cage ha dado “unas de cal por otras de arena” en los últimos años. Lo mismo es aclamado por su actuación, como sucedió con Adiós a Las Vegas, que recibe severas críticas por cintas como Kick Ass. Su nuevo proyecto podría regresarlo o hundirlo; la segunda parte de Ghost Rider.