Museo mexicano recibe 30 mil visitantes en sus dos primeras semanas abierto

CIUDAD DE MÉXICO.- El Museo Universitario de Arte Contemporáneo (MuAC) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) recibió más de 30 mil visitantes en sus dos primeras semanas abierto, informó hoy su directora, Graciela de la Torre.

Desde el 27 de noviembre que se inauguró, la menor cantidad de público en un día fue de mil 400 personas, indicó, y los fines de semana aumenta a 5 mil diarias, aseguró en entrevista De la Torre, quien también es directora general de Artes Visuales de la UNAM.

Explicó que el público que recibe el centro es en su mayoría joven, probablemente debido a que está situado en el Centro Cultural de la Ciudad Universitaria capitalina.

El MuAC era el elemento que faltaba para completar este centro, indicó, que contiene también teatros, cines, espacio para dos orquestas sinfónicas y la sala de conciertos más grande de Latinoamérica, la Nezahualcóyotl.

Según De la Torre, este museo es el primero de arte contemporáneo que se abre en México en los últimos treinta años y llena un importante vacío, porque el Museo Tamayo presenta básicamente la colección del artista Rufino Tamayo y el Museo Carrillo Gil las obras del coleccionista, centradas sobre todo en arte internacional.

El acervo del MuAC, por su parte, alberga la colección pública de arte contemporáneo más amplia de México y reúne obras representativas de múltiples corrientes surgidas a partir de 1952, fecha en que abrió sus puertas Ciudad Universitaria.

Aunque la colección se centra en arte mexicano, el museo exhibe colecciones privadas de instituciones que colaboran con ellos, por lo que el arte internacional también tiene su espacio en el edificio diseñado por el arquitecto Teodoro González de León.

Compuesto por dos plantas, el MuAC respeta la reserva ecológica del Pedregal donde fue construido, y tiene calles interiores "para que el visitante se pierda viendo el arte aunque se oriente rápido", destacó la directora.

Ocupa en total trece mil 947 metros cuadrados, de los que tres mil 400 están dedicados a la exhibición de arte.

De la Torre aclaró que la exposición no es permanente, sino que las muestras dependen de proyectos curatoriales que se renovarán a lo largo de dos ciclo anuales, primavera-verano y otoño-invierno.

Las cuatro exposiciones que han inaugurado el recinto incluyen fotografía, escultura, cine, video, sonido, instalaciones multimedia y pintura.

Entre las obras más llamativas destaca un conjunto de fotografías de guerra, algunas tan conocidas como la de una niña corriendo desnuda en Vietnam tras un bombardeo.

Otra obra enfrenta al espectador a unos espejos donde, al echar el aliento, el vaho forma el rostro de una persona desaparecida que luchaba por los derechos humanos.

Un cuarto oscuro lleno de reflectores recuerda al papel que éstos juegan en las fronteras y cárceles para perseguir a las personas, pero paradójicamente aquí es la luz la que huye de la gente.

Igualmente, llama la atención otra obra en donde primero el espectador entra en un tubo y sale en una sala llena de colores y formas que recuerdan al símbolo nazi y al del dólar conjugados, donde animales disecados y ratas vivas se combinan con luces y fotografías de soldados.

La obra, originalmente producida en conjunto por Ventura y el español Juan de Nieves para el Espai d'Art Contemporani de Castelló (EACC), pretende dar luz sobre los conflictos de identidad, pertenencia y territorialidad.