La Procuraduría General de Justicia de Morelos incluyó al crimen organizado entre las diversas líneas de investigación para esclarecer el homicidio de Juan Sebastián Figueroa González, hijo del cantautor Joan Sebastian, asesinado por un sujeto que le disparó en dos ocasiones.Así lo confirmó en conferencia de prensa el subprocurador de Justicia del estado, Mario Vázquez Rojas, y precisó que conforme a los testimonios de cuatro empleados del bar Grand Hotel Cuernavaca, donde ocurrió el asesinato la madrugada del sábado, el homicida no trabajaba en el lugar como guardia de seguridad.Así, las investigaciones para esclarecer el asesinato de Juan Sebastián dieron un vuelco radical porque de acuerdo con testigos de los hechos, referidos por el subprocurador de Justicia, el homicidio no fue precisamente por un altercado con guardias de seguridad del bar, sino que habría sido concertado porque el autor material estaba entre la cadena y la entrada de la discoteca hablando a través de su teléfono celular.El subprocurador informó que entre los testimonios rendidos ante el Ministerio Público se encuentra la versión de Marco Isaac Juárez Figueroa, primo de Juan Sebastián, quien lo acompañaba junto con dos mujeres la madrugada del asesinato. Su primo se encargó de identificar legalmente el cadáver ante la PGJ.Vázquez Rojas explicó la mecánica del homicidio a través de ocho dibujos elaborados en cartulinas blancas, en las que el homicida aparece en las primeras siete imágenes hablando por teléfono celular. En la última se dibuja el cuerpo de Juan Sebastián en el piso y el homicida ya desaparece de la escena.Los dibujos ilustran cuando Juan Sebastián y sus amigos llegan al bar y caminan hacia las escaleras que conducen a la entrada del negocio. Tres guardias les impiden el paso porque Juan Sebastián vestía pantalones cortos y con sandalias. Su primo pide permiso para hablar con "alguien" del lugar y después regresa y le dice a Juan que no los dejarían entrar.En ese momento se acerca un sujeto que previamente había llegado a bordo de una camioneta y surge la discusión verbal. El hombre desconocido, identificado como el autor material del crimen, se encuentra entre la cadena y la entrada de la discoteca y desde ahí dispara contra Juan Sebastián cuyo cuerpo cae en las escaleras.Los balazos, dijo el subprocurador, fueron realizados de arriba hacia abajo y a "corta distancia", lo que provoca la muerte del hijo de Joan Sebastian.Conforme con las declaraciones que rindieron la tarde del domingo los testigos presenciales en la carpeta de investigación SCO1/5416/2010, el homicida no fue un guardia de seguridad del bar, como lo divulgó la Procuraduría General de Justicia del estado, sino que fue un hombre que ya se encontraba en la puerta de acceso del Grand Hotel Cuernavaca.Los testigos afirmaron que una vez que el autor material del crimen disparó en dos ocasiones contra Juan Sebastián huyó del lugar, cruzó la avenida Plan de Ayala -situado frente al negocio- y después subió a una camioneta que aparentemente lo esperaba.Juan Sebastián Figueroa González murió de dos disparos en cuello y abdomen que le provocaron "hemorragia aguda interna y externa por laceración pulmonar".Un testigo de los hechos afirmó que al recibir el primer impacto de bala Sebastián todavía alcanzó a decir a su atacante: "me voy acordar de tu cara". Luego se escuchó el segundo disparo.Sus amigos lo levantaron y lo llevaron a la Cruz Roja de Cuernavaca para ser atendido pero antes de llegar Juan Sebastián había muerto.Una versión adicional señala que horas antes Juan Sebastián había departido con su padre, el compositor guerrerense Joan Sebastián, en un restaurante de mariscos de la avenida Río Mayo de esta ciudad. Después se retiró del sitio para seguir la diversión en el Gran Hotel Cuernavaca, sitio de moda en la capital del estado.El subprocurador de Justicia del estado, Mario Vázquez Rojas, precisó que hasta ahora no hay detenidos por estos hechos, y agregó que dentro de las periciales correspondientes ya realizó un cateo a la negociación referida, lugar en donde detectaron que no cuenta con cámaras de video vigilancia.