Morricone trae a Guadalajara la música de películas

GUADALAJARA, JALISCO.- Guadalajara recibe a uno de los símbolos vivientes del cine universal, Ennio Morricone (Roma, 1928). El Auditorio Telmex es el escenario de la capital jalisciense donde a partir de las 20:30 horas de esta noche sonarán míticas bandas sonoras del séptimo arte creadas por el compositor italiano reconocido con un Oscar honorífico por su carrera en el año 2007 -la mayoría forman parte del imaginario colectivo desde su estreno en los cines-, en el concierto "Musica per il cinema" que ofrecerá junto a la Orquesta Roma Sinfonietta y el Coro de México, como último paso de la gira por el país que le ha llevado a presentarse esta misma semana con un éxito rotundo sobre las tablas del Auditorio Nacional del Distrito Federal y en la Arena Monterrey.

Poco amigo de entrevistas, hay además cuestiones tabú: su filme favorito y tildar a una película del oeste financiada por una compañía italiana con el sobrenombre de "spaghetti western", género al que se asocia El bueno, el malo y el feo, una de las cientos de cintas de las que Morricone es autor de la música, entre las que también se incluyen dramas históricos (La Misión, Novecento) y títulos policiacos (Los Intocables, El clan de los irlandeses). Él es el artífice también de las inolvidables melodías de Cinema Paradiso, Por un puñado de dólares y Érase una vez en América, por citar solo algunas películas.

- ¿Qué es para usted escribir música?

- "Una necesidad del espíritu. Y también mi profesión. Mi vida. Un musicólogo italiano que ha estudiado mi obra dice que soy un Jano bifronte, un hombre con dos caras. Tengo dos oficios: en uno me ocupo del cine y sirvo a la obra principal del director; en otro hago música absoluta, donde soy el único juez y el principal usuario. Pero sé que las bandas sonoras son las que me han dado éxito y fama. Gracias a esta faceta puedo cultivar la otra".

- Le acusan de ser un compositor prolífico, como si fuera algo malo.

- "Esos que me critican tendrían que informarse de lo que escribieron Mozart y Bach durante su vida. Siempre tengo una respuesta estándar para esta pregunta: si me comparo con ellos, soy un vago".

- Es como si nunca estuviera satisfecho, como si buscara la banda sonora perfecta.

- "No conozco la satisfacción absoluta, porque no existe. Mi tormento ha sido contentar a los directores, al público... Hay muchos condicionantes. Por eso me gustan los directores que hablan poco y entienden mucho".

- Entre los temas que ha compuesto para más de 500 películas, ¿hay alguno del que se sienta especialmente satisfecho?

- "Todos los trabajos son satisfactorios, son apasionantes. Yo no atiendo nada más a hacer música. El músico tiene que reflejar también la dignidad de la película, tiene que reflejar lo que es pasión, la pasión del arte que yo quiero transmitir a través de mi música. Por eso no puedo elegir entre todos los títulos uno en particular, tendría que elegir prácticamente todos".

- Reconoce de sí mismo que es un director atípico, porque sólo dirige su propia música. ¿Qué piezas de otros compositores le atraen?

- "El compositor se tiene que ocupar prácticamente de su música. Yo he aprendido en el conservatorio que la importancia de la música se refleja en la forma de expresarla. A mí me gusta seguir lo más posible mi propia música, no me imagino lejos de esto y considero que el director solo debe expresar su propia música".

- ¿Cómo ve el panorama actual de la música en el cine?

- "Desde una perspectiva general lo veo bien, aunque hay ciertos instrumentos electrónicos, flexibles y comerciales que se han estado utilizando mucho en las películas y que están quitándole un poco el sentido a las bandas sonoras. No me parece bien escribir música con estos instrumentos y desde este apartado, el panorama actual de la música en el cine no creo que esté muy bien. Pero hablando de los músicos que utilizan las técnicas de siempre, realmente veo que siguen avanzando muy bien".

 
HUÉSPED DISTINGUIDO

El Ayuntamiento de Guadalajara rindió homenaje ayer a Ennio Morricone por toda su carrera, declarándole huésped distinguido del municipio y haciéndole entrega de las llaves de la ciudad.

"Realmente no me esperaba un recibimiento así y me siento conmovido por todo esto", señaló el autor de las bandas sonoras de El bueno, el malo y el feo y La Misión durante el acto que se celebró en el Palacio Municipal de Guadalajara, confiando en "ser digno del aplauso del público en el concierto" de esta noche en el Auditorio Telmex.

 
EL INFORMADOR • A. MARTÍN