Miguel Vázquez, el 'ilusionista' mexicano que trascendió en el cine

CIUDAD DE MÉXICO (03/MAY/2015).- Como un verdadero ilusionista es como se puede describir a Miguel Vázquez, quien durante 65 años logró cautivar en la pantalla grande al público a través de la creatividad de sus efectos especiales, que ahora lo llevan a ser distinguido con el Ariel de oro.
 
Ante el anuncio hecho hace unos días por la Academia Mexicana de Artes y Ciencias Cinematográficas ( AMACC), Vázquez no daba crédito, motivo por el cual decidió tomar las cosas con calma y esperar a tener la preciada estatuilla en sus manos para celebrar.
 
"Cuando me avisaron de la AMACC sobre el premio me quedé mudo estando al teléfono y me puse a llorar de la emoción", confesó el técnico de 84 años de edad de los cuales, 65, ha dedicado a dicha profesión.
 
Desde hace poco más de cinco años, se encuentra retirado del ramo de los efectos sin embargo, se muestra orgulloso del trabajo que hizo en la cinematografía.
 
Por ello hurga en sus recuerdos y, de manera tranquila y amena, platica de su paso por el cine nacional y extranjero. Su trabajo trascendió y lo llevó a ser llamado por reconocidos cineastas como el director alemán Werner Herzog, con quien hizo "Aguirre, la ira de Dios".
 
"Esta fue una película difícil de hacer porque filmamos en el Amazonas, pero gustó mucho y recibió sus premios", recordó el veterano efectista, quien tuvo sus inicios en el ramo del cine en la construcción a los 14 años.
 
"Cuando inicié estaba mi padre también en esto del cine, por eso me dio permiso, y luego pasé al staff, tramoyista y eléctrico hasta que conocí a León Ortega y me fui con él para hacer los primeros efectos especiales".
 
"Después me invitó el cineasta y actor Raúl Ramírez a hacer cosas en sus películas y me hacía cargo de los efectos especiales y del staff", continuó Vázquez, al recalcar que su trabajo siempre lo vio con pasión y mucha responsabilidad.
 
Recuerda que sus "ilusiones" estaban tan bien hechas, que en alguna ocasión las autoridades lo investigaron porque pensaron que estaba trabajando con cadáveres, cuando en realidad eran maniquís.
 
"Se armó revuelo, pero en cuanto vieron que eran muñecos se fueron. Eso me indicaba que estaba todo bien hecho", resaltó Miguel.
 
Sin duda, tiene gratos recuerdos de su trabajo, "estuve en cintas como "Rarotonga" y "Penthouse" sin embargo, mi primera película en el ramo de los efectos especiales fue en "Tintorera" de René Cardona Jr."
 
"Ahí me las tuve que ingeniar con el tiburón, le puse en el interior un fierro para mantener la estabilidad, la sangre se hacía con bolsas de anilina y producían el efecto mientras salía de las branquias", detalló el efectista, quien nunca imaginó que su creatividad lo llevaría a trabajar con grandes directores de la época.
 
"He trabajado con infinidad de directores, entre ellos Felipe Cazals. Puedo presumir que también he estado bajo las órdenes de Guillermo del Toro, Alfonso Cuarón y Alejandro González Iñárritu", destacó Vázquez, quien agregó que su cómplice incondicional fue Gertrudis Ortega, su esposa.
 
"Cuando necesitaba que alguien probara un arnés, ella me ayudaba y la colgaba de la puerta", comentó entre risas. Con agrado, ve que sus hijos Arturo y Alejandro han mantenido la tradición de crear efectos especiales, convirtiéndose así en la cuarta generación, "yo me di cuenta que ellos seguirían mis pasos porque se emocionaban cuando veían lo que hacía".
 
"Mi trabajo siempre lo hice con pasión. Estoy a unas semanas de cumplir 85 años y puedo decir que estoy satisfecho con mi trabajo y mi vida, así que me puedo ir de este mundo sin pendientes", apuntó.
 
Cabe destacar que Miguel Vázquez será reconocido con el Ariel de Oro por su trayectoria en el ramo de efectos especiales, en la próxima entrega de la estatuilla el 27 de mayo en el Palacio de las Bellas Artes.