WASHINGNTON, ESTADOS UNIDOS .- Bien por la crisis o para predicar con ejemplo ecológico, la primera dama de EE.UU., Michelle Obama, optó por reciclar antiguos ornamentos de Navidad para decorar el árbol oficial de la Casa Blanca, presentado hoy en sociedad. Michelle Obama mostró un adelanto de lo que verán los más de 12.000 invitados que tiene previsto atender la Casa Blanca en las distintas recepciones que ofrecerá y los 50.000 turistas que se esperan que visiten la residencia presidencial en estas fechas. La Casa Blanca selecciona todos los años un tema para las decoraciones navideñas y en esta ocasión ha sido "Reflexión, Alegría y Renovación", palabras que -en distintas lenguas- llevan cosidas, en unas cintas azules de letras amarillas, las esferas que decoran el árbol presidencial. El abeto, un ejemplar de 6 metros de alto y 4 de ancho procedente de Virginia Occidental, ha sido decorado con 800 adornos que ya lucieron los árboles de otros mandatarios, pero con una nueva imagen. La Casa Blanca previamente los envió a 60 escuelas y centros comunitarios de todo el país para que plasmaran en ellos la imagen de su monumento favorito de EE.UU. Así, desde la neoyorquina Estatua de la Libertad al zoo Lincoln de Chicago, pasando por el parque Davy Crockett de Tennessee o el Centro Espacial Kennedy de Florida, han quedado plasmados en unas bolas de gran tamaño. Para completarlo, unas piedras de cristal que simulan ser escarcha con el reflejo de las luces y una enorme cinta amarilla que recorre el árbol de abajo a arriba y acaba en un gran lazo. Un centenar de voluntarios de 24 estados han trabajado durante la última semana para que todo estuviera listo, como Kim Fawlew, una profesora de séptimo grado procedente de Virginia, que dijo a Efe estar "muy emocionada". Con un vestido verde sin mangas, el pelo recogido en un moño y un discreto brazalete dorado, la primera dama agradeció en un breve acto la labor de estos voluntarios y señaló que para la familia Obama la Navidad y el Año Nuevo siempre ha sido un momento "para reflexionar sobre las bendiciones" que han recibido. También "para disfrutar del placer de estar con nuestra familia y amigos, y para renovar nuestro compromiso con los demás y con las causas en las que creemos", algo que aseguró continuará durante sus primeras navidades en la Casa Blanca. La primera dama recordó que el hambre ha aumentado a los niveles más altos de los últimos 15 años en Estados Unidos y presentó la iniciativa "Feed a Neighbor" (Alimenta a un vecino), una red que formarán las propias comunidades para dar de comer a los necesitados "no sólo en Navidad, sino durante todo el año". En su compromiso con los más pequeños, Michelle apoyó el programa "Toys for Tots" (Juguetes para niños) que desde hace 62 años organizan los infantes de marina retirados y animó a superar los 16,2 millones de juguetes conseguidos el pasado año. Este año los adornos también incluyen, como es tradicional, una reproducción de la Casa Blanca en pan de jengibre y chocolate blanco que comenzó a fabricar en septiembre el chef Bill Yosses, quien en esta ocasión añadió el huerto con el que la primera dama ha promocionado una dieta saludable entre los niños. Tampoco podía faltar en esta Casa Blanca renovada "Bo", la mascota de las hijas del presidente, Sasha y Malia, quienes, según dijo Yosses, vieron "entusiasmadas" cómo fabricaban la inmensa y dulce maqueta. En cuanto al resto de las salas, la primera dama eligió un estilo clásico, acorde con la arquitectura y la paleta de colores de cada habitación. Se utilizaron magnolias, hortensias y madreselva para fabricar las guirnaldas naturales que decoran las chimeneas y las coronas de las ventanas del salón Este, donde se instaló un Belén tradicional del siglo XVIII. En cambio, los dos abetos del salón rojo fueron decorados con arándanos y cintas de terciopelo y tafetán del mismo color. Otros seis árboles naturales decorarán el ala Este y Oeste de la residencia presidencial, así como el pórtico Norte. No obstante, siguiendo con el espíritu de reciclaje navideño, la Casa Blanca aseguró que, una vez pasadas estas fechas, serán adoptados por el Servicio Nacional de Parques, que les encontrará un nuevo hogar.