Michael Rowe, mexicano por elección

TORONTO, CANADÁ (19/SEP/2010).- De la nada al éxito en un instante es como se podría describir el meteórico ascenso de Michael Rowe, un mexicano de origen australiano, director de la película Año bisiesto, uno de los filmes más atrevidos del cine mexicano de los últimos años.

Hace tres años, Rowe (que nació en la localidad australiana de Ballarat hace 39 años) era un oficinista viviendo una vida que no le gustaba y en un matrimonio que se desintegraba a marchas forzadas.

En medio de un agrio divorcio, sin trabajo, sin vivienda, sin vehículo y tras sufrir el robo de su equipo profesional de rodaje, Rowe fue capaz de escribir el guión de una modesta película que rodó en 17 días y que en el Festival de Cannes se hizo con el prestigioso premio Cámara de Oro.

El filme retrata sin censura las prácticas sadomasoquistas de una joven periodista mexicana de origen indígena, interpretada por la actriz Mónica del Carmen, a manos de su compañero habitual, el actor Gustavo Sánchez Parra.

Durante su estadía en el Festival de Toronto, Rowe y Año bisiesto han seguido su camino de aplauso de la crítica y el mundo del celuloide antes de que el largometraje se estrene en México el próximo 8 de octubre.

Rowe, con una mirada profunda y un hablar cadencioso marcado por un acento anglosajón, reconoció que si se hubiese parado a pensar lo insensato de su proyecto cinematográfico, seguramente no lo hubiese hecho. “La verdad es que si lo hubiera pensado demasiado lo que significaba hacer esta historia en término de dificultades, no lo hubiera hecho. Lo hice porque me parecía que era la historia que yo tenía que contar. Y sin ninguna censura a la hora de escribir porque la iba a producir yo”.

Sobre el país con el cual se identifica, Rowe señala: “Soy mexicano. Pero la estructura ósea que subyace en mi sensibilidad narrativa es australiana. Europeo, quemado por el Sol”.