Mägo de Oz hechiza a tapatíos

GUADALAJARA, JALISCO.- Metal, conjuros, estridencia y un mensaje claro y contundente sobre el cambio climático y el daño irreversible a la Tierra fueron parte de la parafernalia con la que el grupo español Mägo de Oz hechizó a las poco más de siete mil 200 personas que se dieron cita en el Auditorio Telmex.
La capital jalisciense se ha convertido en una plaza obligada en la agenda de las giras de este grupo de música heavy metal con influencia celta y en esta ocasiónj trajeron hasta el complejo de la Universidad de Guadalajara (UdeG) los sonidos de Gaia III: Atlantia, el cierre de una trilogía de discos dedicada a la Tierra.

Euforia del público

El concierto anunciado a las 20:00 horas dio inició 20 minutos después de lo acordado. Con bandera mexicana en mano, Thxus, el baterista de la banda española, apareció sobre su instrumento, pidiendo las manos en alto. Acto seguido, sus compañeros hicieron aparición sobre el entarimado del Auditorio Telmex desatando la euforia del público compuesto por hombres y mujeres, en su mayoría jóvenes, aunque tamién se hizo presente la vieja guardia del metal tapatío.

Enfundados en camisetas negras, botas negras, pantalones de cuero y luciendo la larga cabellera suelta, la convocatoria no fue menor, en un domingo que hizo recordar a más de alguno las memorables tardes que se vivían a mediados de los noventa en la ciudad, cuando las bandas de metal tomaban la Plaza de Liberación.
Santania, Astaroth, Venganza de Gaia, Dies irae, Vodka & Roll, Que el viento sople a tu favor… Casi una veintena de temas fueron los que la agrupación española desgranó a lo largo de dos horas de concierto.
José Andrëa, vocalista de Mägo de Oz, preguntó a sus seguidores si estaban listos para ser testigos de la “presentación mundial de Gaia III: Atlantia en tierras aztecas, lo cual nos llena de orgullo venir a México cada vez que podemos, aunque sea por una vez al año”. El público respondió con un ensordecer grito: “¡José, José, José!”.

Las melenas no dejaron de agitarse durante dos horas. Las chicas, por su parte no paraban de gritar y de demostrar su emoción cada vez que la agrupación española interpretaba un tema romántico. Sudor y mucha energía fueron una constante.

Felipe Cenil, de 24 años, asistió al concierto porque “me gusta la combinación de instrumentos que hacen; los de cuerdas y viento son geniales. Y Mägo de Oz es de mis bandas predilectas, sobre todo por sus letras, tienen un gran mensaje y ahora estas últimas que hablan sobre el cuidado del medio ambiente, están buenísimos”.
Por su parte, Sofía Béjar, con sombrero de bruja, llegó hasta el Auditorio Telmex desde San Luis Potosí, “porque soy la fan número uno, ya los vi en el Vive Latino, ahora aquí y voy a seguirlos por el resto de la gira en México. Es increíble poder seguirlos, espero en algún momento poder saludarlos. Me encantan”, comentó la chica de 29 años.

El dato

El nombre del grupo español resulta de añadir el llamado umlaut del heavy metal a El Mago de Oz, novela infantil del estadounidense Lyman Frank Baum.

EL INFORMADOR/ OMAR GÓMEZ