Mel Gibson, de cara a los retos

GUADALAJARA, JALISCO. Lo dijo en Corazón Valiente, que podrían quitarle la vida pero no la libertad de hacer lo que quiera. Probablemente la nobleza de la frase no permitía adivinar que Mel Gibson entiende de forma muy amplia el concepto de ser libre, incluso si eso implica romper reglas legales y morales.

Considerado uno de los galanes más brillantes del cine norteamericano durante la década de los años noventa del siglo pasado y “Rey Midas” de la taquilla, Gibson se había ganado un lugar entre los grandes debido al equilibrio que había alcanzado entre proyectos de alto éxito comercial y una buena recepción frente a la crítica.
Arma mortal, Lo que ellas quieren, Mad Max, La pasión de Cristo, El hombre sin rostro, Maverick y El patriota son parte de la gloria cinematográfica que acumuló el actor durante años, cuya carrera parecía un sólido castillo, salvo que nadie notó que éste era de naipes.

La prueba
Un hombre cualquiera está compuesto por virtudes y defectos. En el caso de Mel Gibson eran más notables sus cualidades, pero en 2006 quedó expuesto su otro rostro. Fue detenido por conducir ebrio en California y durante el arresto lanzó consignas contra los judíos, las mujeres y además aseguró que su dinero y fama eran más que suficientes para que lo dejaran en paz.

El escándalo llegó a los medios y pronto muchos colegas suyos, tanto directores como actores, le retiraron la palabra por su actitud antisemita y machista. El artista, lejos de ofrecer disculpas públicas, envió un tibio comunicado tratando de aclarar las cosas y desapareció del ojo público, hasta ahora.
2010 marca su regreso a la pantalla como actor con Edge of darkness, tras casi siete años de no protagonizar una película (la más reciente fue Señales).
Gibson afirma que este tiempo en la “sombra” no le restó ningún tipo de habilidades histriónicas, aunque confiesa que volver a aparecer en pantalla sí lo puso un poco nervioso: “Siempre te preguntas si el proyecto va a funcionar, y si eres suficientemente bueno para él, porque el éxito nunca es seguro, no hay fórmulas secretas para alcanzarlo. En este negocio, ya sea como director, actor o productor, siempre estás expuesto a la opinión del público, y serán ellos quienes definan si es una buena cinta o no. Este trabajo es un gran reto siempre”.

Fortalecido
Con una sonrisa a veces cínica, Gibson se pasea en las entregas de premios y premieres. Ocasionalmente se topa con otras estrellas que lo saludan con cautela o de plano prefieren darle la espalda. ¿Qué si le está costando trabajo volver al mundo de la farándula? Mel vuelve a reírse. Él dice que lo más difícil que afronta ahora, lejos de ser aceptado otra vez, es dejar de fumar: “Creo que todas las experiencias que no te matan, te hacen más fuerte y duro. Todo lo que ocurre en tu vida, lo bueno, lo desagradable, lo tortuoso, hermoso y doloroso guardan una lección y depende de cada quien si la aprende o no. Tengo apenas unas semanas de haber dejado de fumar, y cada día, cada hora ha sido un reto enorme. Pero no me daré por vencido”.

La respuesta de Gibson podría aplicarse a todas las acusaciones que ha enfrentado en los últimos años, pero no. Él niega ser antisemita y menos machista, y cuando la prensa lo ha cuestionado en ese sentido, él dice que siguió adelante con su vida.
Nada parece interponerse en su camino de regreso a la gloria y Mel vuelve a sonreír, con la misma expresión que le dio fama antes en Arma Mortal. Sabe que es libre, como lo dijo en su diálogo de Corazón Valiente, de hacer lo que le venga en gana.