Mauricio Ochmann, un actor de realidades

GUADALAJARA, JALISCO (28/JUN/2013).- Los problemas existenciales los tiene cualquier ser humano, el enfrentamiento con la conciencia sobre los límites de lo bueno y lo malo siempre están presente, la realidad es la que cuenta y así la ve Mauricio Ochmann, como parte del aprendizaje de todo ser humano que habita el mundo.
 
 El actor llega este 28 de junio a la ciudad con la obra "Veintidós Veintidós", puesta en escena escrita por Odín Dupeyrón con quien también comparte créditos en el desarrollo de la trama. Y es precisamente bajo este contexto -el de las realidades- de cómo se desenvuelve este montaje.
 
 "Esta obra no es positivismo, es una obra que te dice: 'Más vale ver las realidades, lo que crees es lo que crees', es más tirada a lo verdadero y no al pensamiento mágico, todo está en las decisiones que se toman".
 
 El intérprete ve a "Veintidós Veintidós" como un texto interesante con una pregunta fundamental en el entorno de cualquiera, "sólo tenemos una única vida, ¿qué vas a hacer de ella? Esta puesta en escena combina el drama con la comedia, es súper entretenida, para mí no es un trabajo más, es un proyecto de vida y estoy feliz de estar en Guadalajara después de dos años y medio y más de doscientas representaciones que ha tenido la obra".
 
 Ochmann ve en el personaje de "Oscar Domínguez" un recordatorio de cuestionarse sobre lo que como persona le ha tocado sobrellevar en las buenas y en las malas.
 
 "Básicamente es un proyecto de vida por el contenido, te puedes identificar mucho, el personaje pasa por diferentes etapas de la vida donde no hay como las ganas de seguir luchando y luego sí las hay, yo en lo personal  me identifico mucho y el público también, es un tema universal y por eso hemos durado tanto, porque Odín tiene el talento de plasmar en obras y en libros cosas del ser humano.
 
 Con tanto tiempo en teatros y realizando este mismo papel una y otra vez, cualquiera podría pensar que para un actor es una especie de eclipse, que esos sentimientos generados de la interpretación se los podría llevar a casa, pero Mauricio no lo ve así.
 
 "No es que eclipse mi vida, pasa por diferentes facetas en las que yo como Mauricio he pasado, para mí es como un monitoreo constante de qué me gusta y que quiero, siempre cuidándome como ser humano. La obra no cansa, es tan de la vida, tan humana que la verdad es que  pareciera que lleváramos un mes o dos haciéndola porque lo disfrutamos mucho, ojalá y dure muchos años más".
 
 Sobre su relación con Odín, el histrión ve una sólida amistad tanto arriba como abajo del escenario.
 
 "Yo lo admiro mucho, no sólo como artista y profesional, sino como amigo y ser humano, llevamos  como 12 años de conocernos y la verdad es que estar arriba en el escenario con él haciendo esta obra de  teatro es un agasajo, lo admiro muchísimo como director, somos familia y teníamos tantas ganas de trabajar juntos que se nos dio".
 
 Amor por la actuación
 
 Aunque ahora Mauricio se encuentra enfocado al teatro y a la producción cinematográfica, comparte que estar en contacto con el público a través del escenario, o estar en televisión o cine, siguen siendo para él muy importante.
 
 "Sigo haciendo cine, teatro y tele, me la paso brincando de una a otra área, ahorita estoy también en 'Cuatro equis' que acabamos de estrenar, hice una participación en "El señor de los cielos" que es una serie de televisión, acabo de producir dos cortometrajes en cine, uno ya está en festivales y el otro ganó un premio del Instituto Mexicano de Cinematografía (IMCINE).
 
 Sobre la manera de cómo se hace el teatro en México y Latinoamérica, Ochmann ve que en nuestro país se hace de gran calidad, "el teatro en México tiene una diversidad enorme, cualquier género y obra es muy rico en esto, tienes desde las comedias hasta Bellas Artes, en Argentina también se hace buen teatro, en Colombia estuve en el Festival Internacional de Teatro".
 
 En cuanto a la televisión, el actor ha explorado en otros países de América la multiculturalidad con telenovelas como "El Clon" y "Rosa Diamante" y aunque detalla que la rutina de este género es el mismo aquí y allá, lo que le ha permitido es ser un ciudadano del mundo, un viajero que aprende de cada nación en la que trabaja, "me ha tocado trabajar con actores de otras nacionales y es muy divertido".
 
 Pero reitera que de todas estas áreas con la que se queda es el teatro:
 
 "Yo respeto mucho la profesión, me apasiona y la tomo con seriedad, jugamos a crear ficción y son muchas horas, si me tuviera que quedar con una, me quedaba con el teatro porque tienes al público vivo y la retroalimentación es directa, si te equivocas no hay toma dos, lo arreglas allá arriba (el escenario) y cada actuación va cambiando con respecto al público, a su energía, es una comunión entre ellos y nosotros (los actores).
 
 Explica que como actor se tiene que navegar en "las tres aguas" y son lenguajes distintos, "se hacen en diferentes tonos, el cine es más íntimo, la tele es más fría, es una manera distinta de abordarlo, no te puedes casar con una, es entrarle a las tres".
 
 Veintidós Veintidós / Viernes, 20:15 horas / Teatro Galerías / Boletos de 300 a 400 pesos