Más de 10 mil almas unidas por el rock

ZAPOPAN, JALISCO (11/MAR/2012).- Un sábado de contrastes y adrenalina fue lo que vivieron miles de asistentes al festival Todos somos rock 01, en Calle 2, que por aproximadamente nueve horas ofreció lo mejor del género, con exponentes de distintos rincones de Hispanoamérica. Los sonidos alternativos de las primeras agrupaciones batallaron para encender el ánimo entre los presentes y el cambiante clima, que pasó de un calor abrasador a fuerte viento y hasta llovizna, también influyó en el ánimo de los presentes.

Genitallica dio el banderazo a la jornada alrededor de las 14:30 horas, cuando el recinto ferial aún lucía despejado, y entregó temas de su reciente producción discográfica, a demás de las clásicas No tengo amigos e Imagina.

Alfonso André, ex baterista de Caifanes, tomó el escenario en un esfuerzo por animar la tarde. Su esposa, Cecilia Toussaint, lo acompañó en los coros y recibió la visita de José Fors en el entarimado.

Los sonidos latinos de Bomba Estéreo, que hizo su arribo desde Colombia, logró animar el ambiente, donde algunos armaron la pista de baile y entraron en el flujo musical.

El público no estaba dispuesto a esperar, y con chiflidos atrajo a la intérprete española Mala Rodríguez, quien entregó una dosis de hip-hop a la altura. Aunque hizo lo posible por hacer que la audiencia respondiera con baile, la cantante apenas logró que la despidieran con aplausos.

Una vez que el Sol se ocultó subió el ritmo de la incipiente velada. Una ventisca que refrescó el ambiente fue el preludio para la propuesta electrónica de Sussie 4, músicos que  en casa no dudaron en enviar un mensaje positivo tras los hechos violentos del pasado viernes. “Tiempos difíciles acá en México, ¿verdad? Unidos, nada nos va a pasar. Nadie va a tomar la ciudad porque simplemente es nuestra, ni de los gobernantes ni de los malditos lacras. Los buenos somos más, ¡vamos a hacer vibrar a Guadalajara en este momento!, señaló su fundador César Gudiño, y comenzó la fiesta.

Los regiomontanos de Kinky recibieron la estafeta, y se unieron al mensaje de sus colegas: “No hay que tener miedo, los conciertos son nuestros, los bares son nuestros, la noche es nuestra, ¡hay que salir a disfrutar sin miedo!”, y pusieron a trabajar sus sintetizadores, guitarras, batería y acordeón, con lo que subieron la apuesta.


De alto calibre

Llegó la noche y con ella más público. Antes de que Kinky concluyera su set en el recinto de Periférico Norte se presumían más de 10 mis visitantes. El ambiente era lo que los primeros intérpretes esperaban: espectadores entregados.

Pese a la energía que se sentía en cada rincón del entarimado y abajo también, los consagrados del rock mexicano se guardaron para el final.

Con el escenario iluminado de verde, blanco y rojo, Molotov se adueñó del festival y unificó al público a la voz de un sonoro ¡viva México! y el tema Gimme tha power, que los asistentes cantaron con una potencia particular, distinta al resto del repertorio. Here we kum, Amateur, se contaron entre los clásicos, además de un par de temas nuevos fue la receta de la agrupación, que se despidió  con una alta dosis de rock colectivo.

La noche llegó al punto más alto cuando los acordes de El baile y el salón dieron la bienvenida a Café Tacvba. Eres, Como te extraño y una breve lista hilvanó un collar de éxitos con los que la agrupación mexicana dio por concluida la primera edición de un festival en el que todos los presentes fueron rock.