Marimar y Zuria crecen en el cine

CIUDAD DE MÉXICO.- Marimar tiene cinco años más que Zuria. Y eso lo aprovechaba cuando era niña. Si jugaban a Mary Popins, la primera era la protagonista y, la segunda, hacia al niño. Así era en todo. “Es el precio que uno debe pagar como hermana menor”, recuerda Marimar. “Poníamos las películas y las interpretábamos igualito, claro, yo siempre era el personaje principal”.

Pero los años pasan. Sin duda. Ahora la mayor (de 25 años) le ha pedido consejos a la menor (de 20 años). Así fue cuando la primera tenía dudas para aceptar el largometraje Daniel y Ana, que finalmente logró ir al Festival de Cannes pasado, en la sección oficial, cuyo estreno comercial en México se tiene contemplado para septiembre próximo, si todo va bien.

“Los actores tenemos egos bastantes grandes, si ella no me pregunta, mejor no le digo lo que pienso”, cuenta Zuria, la menor de las hermanas Vega. “Pero cuando iba a hacer la película Daniel y Ana me dio a leer el guión para ver qué pensaba y le dije que la hiciera”.

Ambas son hijas de Gonzalo Vega, uno de los actores más prolíficos del cine y la televisión nacionales. Trabajó en El lugar sin límites de Arturo Ripstein y en la telenovela Cuna de lobos, éxito ochentero para la pantalla chica.

Marimar trabaja en Eternamente tuya, melodrama que transmite TV Azteca como una de las coprotagonistas, mientras que Zuria hace lo propio en Alma de Hierro, en el papel de la novia de un chico invidente (rol que interpreta su colega Jorge Poza) quien acaba de morir. Una está en Televisión Azteca y otra en Televisa, empresas, las dos, en las que también trabajó su padre.

¿Hay consejo del papá a las hijas?
Marimar: “Pues que hagamos lo que nos gusta. Mi mamá dice que somos afortunadas de que nos vaya bien. Los dos respetan nuestras decisiones, les guste o no, y eso es un orgullo para nosotros”.

¿Y entre ustedes?
Zuria: “La verdad es que nos alivia mucho trabajar las dos en lo mismo, porque, ¿qué opinión puede ser más sincera que la de la hermana? Pero curiosamente nos ponemos a pedir consejos de otras cosas, como qué me pongo para tal o cuales fotos, cómo me peino, es decir, cosas más visuales que la manera de interpretar a nuestros personajes. Y eso pasa por lo mismo que hemos hecho en nuestra carrera, cada una tiene su propia línea”.

¿Jugaban juntas de niñas?
Marimar: “¡Claro que sí! Nos inventábamos nuestros juegos, yo siempre fui mamá y cargaba las muñecas, de hecho me levantaba en la madrugada para darles de comer. Cinco años entre mi hermana y yo son muchos y luego se van equilibrando, como es ahora. Hubo una época en la que yo era niña y quería salir, pero ella no podía y luego cuando ella podía, yo ya tenía novio. Todo ha sido así (risas)”.

Siendo la menor, a lo mejor no querías hacer lo de tu hermana ¿tuviste miedo al aceptar la telenovela?
Zuria: “Yo me encontraba acabando la prepa y faltaban dos meses para graduarme, así que debía salirme para poder hacerla, pero la verdad es que nunca lo dudé. Me metí a la prepa abierta y la terminé en algunas semanas. Tenía 18 años entonces, ahora ya tengo 20. Y me gusta mucho lo que hago”.

¿Cuál es el siguiente paso?
Marimar: “Seguramente promoción de Daniel y Ana (donde interpreta a una mujer víctima de la inseguridad en el Distrito Federal). En dos semana me integro a la obra Fresas en invierno (en lugar de Ana Serradilla) y voy a estar en Capadocia, de lo que no puedo decir mucho, pero era un proyecto en el que deseaba estar”.

Zuria: Espero se estrene la película Sin ella (de Jorge Colón, el mismo de Cansada de besar sapos). Ahí hago a la hija del personaje de Luis Roberto Guzmán y soy quien va narrando la historia. La hice al mismo tiempo que la telenovela, una la grababa en el día y la otra la filmaba en la noche o viceversa.

En verdad fue muy pesado. Cuando entré al cine fue por casting y llegas al foro y no conoces muchas palabras, pero le vas buscando, preguntas a todo, creo que el director de fotografía me debe odiar por eso (risas). Ahora tengo ofertas de trabajo en teatro y televisión, pero vamos a esperar.