Sábado, 23 de Noviembre 2024
Entretenimiento | A punto de cumplirse 100 años del natalicio de 'La doña'

María Félix, una diva del cine mexicano

Para el público y los expertos, la figura de la actriz de la Época de Oro del séptimo arte nacional sigue siendo motivo de análisis y reverencia

Por: EL INFORMADOR

Especial. Dueña de una belleza peculiar y una personalidad fuerte, la “Doña” sigue siendo un referente de la cultura popular ARCHIVO /

Especial. Dueña de una belleza peculiar y una personalidad fuerte, la “Doña” sigue siendo un referente de la cultura popular ARCHIVO /

GUADALAJARA, JALISCO (26/FEB/2014).- La Época de Oro del Cine Mexicano atestiguó la creación de ídolos, seres terrenales elevados a la divinidad; sobre estas figuras se concebían mitos y el público los creía.

Los actores de estas décadas eran venerados por su histrionismo y belleza. Y una fiel representante de este fenómeno era María Félix, mujer que por su enigmática presencia robó la atención de los cineastas de ese tiempo como Emilio “El Indio” Fernández y Miguel Zacarías, con este último, “La Doña” llegó por primera vez a la pantalla grande; El peñón de las animas (1942), cinta protagonizada con el que sería su esposo, Jorge Negrete, y que se convirtió en el primer escalón hacia una carrera llena de glamour y opulencia, una que refrendaba la leyenda de que diva sólo había una y esa era “María bonita”.

 A propósito del 100 aniversario de su natalicio que se celebra el próximo 8 de abril, tres especialistas del cine mexicano, brindan su perspectiva del inicio de María en el Séptimo Arte, así como su consagración como uno de los símbolos más trascendentales en la industria del entretenimiento en México.

Habrá que recordar que Félix inicia su carrera profesional como actriz ya cuando recién era divorciada de su primer esposo, Enrique Álvarez y con quien procreó a su único hijo, Enrique Álvarez Félix. “La Doña” ya no era una jovencita cuando se deslumbró por el trabajo cinéfilo que se hacía en México en los años 40, pero sí estaba en el brillo de su belleza, tal y como lo dice, Alejandro Rozado, quien escribió en 1991 el libro Cine y Realidad Social en México: Una Lectura de la Obra de Emilio Fernández: “María Félix nunca fue una jovencita en el cine, en sus primera películas ya fue una mujer de 30 años en el esplendor de su belleza, en el cine mexicano a María no se le vio crecer como a otras personalidades, a ella se le vio ya como una mujer completamente echa, esbelta, bellísima y con una voz grave. Y es lo mismo que le pasó a otros actores de la época como Jorge Negrete, Sara García, Dolores del Rio, Joaquín Pardavé y los hermanos Soler”.

 Para el especialista, tanto María como sus compañeros actores jugaron un papel importante en la trascendencia de México. “Era la actriz que necesitaba el país, con el cambio de la urbanización y aún con miles de campesinos, las personas del cine mexicano ayudaron a acelerar más rápido la conciencia del cambio, todo esto fue fundamental para el nuevo orden social que inauguraba el PRI en ese momento”.
 
“La manera más rápida de hacer conciencia era involucrar a estos grandes, como cuando Pedro Infante primero es un hombre de campo y luego ya en la ciudad es un carpintero”.

Una  mujer que rompió con el paradigma de fragilidad


Para Ramón Lara, periodista retirado y quien fue profesor de cine de la UdeG e Iteso, “María bonita” no fue en lo particular una buena actriz, sin embargo su carácter y su belleza bastaban para ser un referente de la cinematografía mexicana que rompía con el mito de la mujer sumisa, aunque también encarnó este tipo de personajes, pero vistos desde su temperamento fuerte, elevando de paso la palabra “diva” a la máxima potencia. “Soy admirador de María Félix, pero creo que nunca fue buena actriz. Pero por encima de esa situación se imponía su presencia y belleza que es lo que la hacía diva y que destacara no sólo en México, también en el extranjero, porque divas se cuentan con los dedos de las mano y más en nuestro cine, también hay que destacar su estilo, inteligencia y su sentido del humor muy agudo”.

 El catedrático observa que María Félix era agresiva incluso en las escenas de amor en el sentido positivo de la palabra, alejada del toque rosa, sus enfrentamientos a cuadro con actores como Pedro Armendáriz, Pedro Infante, Jorge Negrete o Emilio, “El Indio” Fernández, eran de mucha garra. “Definitivamente se imponía con su actitud ante los varones. El cine mexicano estaba cargado de la presencia del macho es la que se implantaba en todos los campos”.

 Coincide con Lara, el señor Rozado quien recuerda a “La Doña” en la película Enamorada, -para ambos críticos de cine, la mejor película en la que participó, al lado del histrión Pedro Armendáriz.

¿Cómo nace una diva?

Para el especialista Raúl Ramón explica que en la sociología del cine, estos actores gigantes que llenan la pantalla tienen un lazo de remitir a la cara de la madre cuando abraza, sobre todo a los bebés.

Ver la imagen de una mujer “infinitamente” hermosa como María, quien además fue fotografiada por los mejores artista  del país en una época en la que no había televisión y que además en el cine había muy pocas actrices que pudieran rivalizar con su belleza, fueron una serie de coincidencias históricas las que hicieron que no sólo ella se convirtiera en un icono, lo mismo pasó con otros histriones.

 “Es una rebelde, es la figura que al día de hoy las mujeres contemporáneas aspiran, ser, independientes y con carácter. Ella tenía todo excepto ser sumisa”.

Su ceja levantada y la boca siempre tensa, junto con cada movimiento de su cuerpo, la convirtieron en la imagen perfecta de la mujer que no conoce la sumisión, y que tampoco es capaz de ser domada por un macho alfa.

“La Doña” se casa con un papel


Una vez que encontró el papel que le gustaba, ya no lo soltó. Y cuando los directores descubrieron que al público le encantaba su imagen altanera y desafiante, decidieron seguir por el mismo sendero.

Otras películas donde destaca su rebeldía y su imagen recia son Maclovia (1948), Río Escondido (1947) y La cucaracha (1959).

Alejandro Rozado expone  que María Félix encarnaba a mujeres en el cine que prácticamente eran ella, por el tema del carácter y la gallardía que la caracterizaba, era versiones de ella misma sólo que en distintas historias.

 “Esta reciedad no fue diseñada, tenía qué ver con la vida de ella, prácticamente no actúa sin que se representara a sí misma”. En esa línea el cineasta Raúl Ramón reconoce que la oriunda de Álamos, Sonora no era una actriz de método como las hay hoy en día, pero que le bastaba con ser una enorme bestia que se comía por completo la pantalla.

“Su personalidad arrolladora y contundente en sus aseveraciones, le daban el poder en la pantalla, más que su disciplina o su escuela teatral. Ella es la versión femenil de Pedro Infante, el cine nacional lo definen tres o cuatro actores masculinos, y lo mismo (sucede) con las actrices, pero hasta arriba está María Félix, ella es el cine mexicano, representa todo el cine de esa época”.

Como ella, no había nadie. y pronto el cine mexicano descubrió que no habría otra a su altura. El legado de la actriz sigue siendo imposible de dimensionar.

Temas

Lee También

Recibe las últimas noticias en tu e-mail

Todo lo que necesitas saber para comenzar tu día

Registrarse implica aceptar los Términos y Condiciones