María Celeste Arrarás se muestra al rojo vivo

CIUDAD DE MÉXICO.- El rostro de María Celeste Arrarás toma forma en la mente vía el color de su voz. Sus rasgos de modelo se iluminan al tiempo que suelta: “Yo soy periodista innata de corazón, aunque dejara de ejercer mañana, eso tú lo llevas en la sangre. Que me haya ido más hacia el lado del celebrity, es parte de una estrategia de seguirme reinventando”, dice en entrevista.

Curioso pero no deja de llamar la atención que ella, como otros comunicadores, hayan elegido el camino de la celebridad.

El mundo de los flashes es terreno resbaladizo porque en un desliz, la carrera puede acabar mal, como el caso del conductor Fernando del Rincón,  caído en desgracia por problemas personales.

—¿Hay peligro de inclinarte más a la conducción?

—Estar más en el lado de la fama le da a tu carrera otros foros para seguir  vigente. Y no es que me quite el sueño, si mañana me tengo que ir y no me piden un autógrafo, créeme, no voy a llorar.

En ese aspecto, acota, “por desgracia el periodismo está yendo hacia esa dirección. Eso no es bueno. Yo puedo hacerlo como algo que escojo para mí y mi carrera, porque soy padre y madre en lo económico. Entonces yo voy a seguir reinventándome en la forma que sea —siempre que sea decente— para alargar mi carrera”.


María Celeste Arrarás despuntó como comunicadora en el programa Primer Impacto de Univisión; allí permaneció hasta que le llamaron de Telemundo para liderar su propio proyecto: Al rojo vivo.  “Esa fue mi mejor decisión profesional”.

Finalmente señala: “Me apasiona lo que hago y le doy gracias a Dios porque es difícil hacer lo que te gusta y ser buena en ello. Me siento privilegiada”.